Delta del Ebro
La CHE está valorando «la eficacia» de las pruebas con sedimentos en el Ebro
El presidente de la Confederación destaca que el reglamento del dominio público hidráulico incorpóreo la gestión de sedimentos
Un operario de Tragsa con una muestra de turbiedad del agua en Riba-roja.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Carlos Arazola, ha explicado que «se está comprobando la eficacia de las pruebas piloto» para mover sedimentos de los embalses del tramo final del Ebro hacia la desembocadura. Una es la actuación en Mequinenza y Riba-roja que se hizo hace más de un año, con el objetivo de estudiar diferentes metodologías y determinar la más eficiente para futuras actuaciones.
Arazola, en la visita de obras del embalse de Guiamets, ha destacado que el dominio público hidráulico ha incorporado la gestión de los sedimentos a la normativa, que «es una estrategia» establecida por la CHE en el actual Plan Hidrológico y que en función de los resultados de estas pruebas se propondrán «más» en el siguiente ciclo de planificación.
Arazola también ha hablado de «las maniobras de caudales regeneradores» que se hicieron aprovechando las abundantes lluvias del otoño, para movilizar más cantidad de sedimentos. La CHE hizo cambios a la habitual crecida controlada del Ebro, que se hace dos veces al año en coordinación con las empresas hidroeléctricas, para movilizar muchos más sedimentos desde los pantanos de Mequinenza, Riba-roja y Flix. Por primera vez, el desembalse se alargó dos días, y se hizo después de una primera soltada de aguas, Ebro arriba, en los embalses de Grau en Huesca, y de Camarasa en Lleida.
De esta manera se incrementó la fuerza con que el agua llegó al embalse de Mequinenza, que se mantuvo «especialmente baja» para «mover barros y erosionar los sedimentos de la cola», como explicaron desde la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHE. La previsión era superar las 18.000 toneladas de sedimentos movidas de la última soltada en enero de 2024. «La idea será continuar en función de lo que observamos a las pruebas, proponer el más adecuado para el siguiente ciclo. Probamos diferentes técnicas para ver cuál es la más efectiva y todavía no hemos acabado las conclusiones», ha dicho el presidente de la CHE.