8 de cada 10 fiestas de correbous quedarán afectadas si se aprueba la ley que prevé acabar con algunas modalidades

Más de ocho de cada diez fiestas de correbous, tal como se celebran ahora, quedarían parcial o totalmente prohibidas si se aprueba la modificación en que regula las fiestas taurinas y que prevé acabar con algunas modalidades. En concreto, si saca adelante la iniciativa parlamentaria, que manda la ponencia al Parlamento este viernes, los bueyes capllaçats y los embolados ya no se podrán llevar a cabo. Según datos del departamento de Interior, obtenidos por la Agencia Catalana de Noticias (ACN) a través de una petición de transparencia, un 85,7% de las fiestas autorizadas entre el 2009 y en noviembre del 2023 incluyeron bueyes capllaçats o embolados –los bueyes en la playa también pueden quedar prohibidos, pero no se ha registrado ninguna en los últimos 15 años.

El Departamento de Interior recibió en todo el periodo 722 solicitudes de autorización de fiestas –que suelen incluir más de una jornada, enmarcados en fiestas mayores u otras celebraciones locales. Un 97% de las peticiones, 702, fueron aceptadas – de estas, 602 incluían los bueyes capllaçats y embolados, más de ocho de cada diez.

3.000 días de correbous en Cataluña los últimos 15 años

Les datos reflejan que, por toda Cataluña, en la última década y media se han autorizado 2.985 jornadas de correbous. Un mínimo de 1.774 incluyeron los bueyes embolados, es decir, la actividad de soltar un buey en una plaza o en calles cerrados, con estructuras metálicas encendidos con fuego en los cuernos. A su vez, como mínimo 589 días con espectáculos taurinos tuvieron bueyes capllaçats, que consiste en soltar un buey por las calles de una población, atado por los cuernos con una cuerda, con el objetivo de controlar el paso por el recorrido.

El resto de jornadas – y también algunos días con bueyes capllaçats y embolados – se celebraron otras modalidades, como los bueyes en la plaza, que consiste a soltar los animales en un recinto cerrado, construido con barreras de protección y gradas para el público, para evitar que salgan del recinto.

Según los balances anuales de la delegación del Gobierno en Tierras del Ebro, alrededor de cuatro de cada diez espectáculos de correbous entre el 2017 y el 2022 fueron de las modalidades que podrían quedar prohibidas, un total de 801 de los 1.953 que se celebraron. La proporción es similar cada año, así que mientras que en el 2019 se organizaron 181 shows de bueyes embolados o capllaçats de un total de 440 espectáculos en total (41,1%), en el 2022 la proporción fue similar: 201 del total de 469 (42,8%).

Los bueyes embolado y capllaçat suponen el 60% de los ingresos de los ganaderos de bueyes bravos

Desde la Agrupación de Comisiones y Peñas Taurinas de las Tierras del Ebro (ACPTTE), alertan que eliminando las modalidades de los embolados y capllaçats, "la fiesta de los bueyes quedaría tocada de verdad". Con la mitad de los espectáculos, Adolfo Lleixà, portavoz del ACPTTE, reconoce en declaraciones a la ACN que incluso supondría un descalabro sociocultural. "Se tendría que modificar nuestra manera de entender la fiesta y convivirla", ha apuntado.

En el ámbito económico, el principal agravio sería para las ganaderías de bueyes bravos. La Agrupación señala que la modalidad del buey enlazado y la modalidad de buey embolado suponen el 60% de los ingresos de los ganaderos. "Un ganadero, prácticamente cobra por una tarde de bueyes, lo mismo que por un buey embolado o capllaçat, y perderían la mayoría de sus ingresos", lamenta Lleixà. "Eso sería tocar de muerte a las ganaderías del territorio", ha añadido. También muchos negocios de poblaciones como Amposta, Deltebre o la Ràpita se verían afectados. El cortejo del buey capllaçat genera un impacto de miles días en el municipio el día que se celebra.

El ACPTTE quiere poner todos estos datos sobre la mesa de la comisión que tiene que debatir en el Parlamento la continuidad o prohibición de estas dos modalidades de la fiesta de los bueyes que se consideran "más agresivas", como proponen los partidos y las entidades que han promovido la proposición de ley. "Son aspectos importantes, como también que no puede ser que un Parlamento decida cómo tiene que vivir un pueblo la cultura y hacia donde tienen que ir sus fiestas", ha defendido el portavoz de la Agrupación.

9 de cada diez días con jornadas taurinas, en el Montsià y el Baix Ebre

En torno a un 90% de las jornadas taurinas en la última década y media se han autorizado en el Montsià (1.402) o bien en el Baix Ebre (1.241), las dos comarcas más en el sur de Cataluña. Otros territorios como el Bages (119), la Terra Alta (72) y el Tarragonès (39) también han registrado. El año pasado, las únicas cuatro poblaciones de fuera de las Tierras del Ebro que celebraron correbous fueron Cardona (Bages), Vidreres (Selva), El Morell (Tarragonès) y Mont-roig del Camp (Baix Camp).

Deltebre es el municipio del país donde se han autorizado más días con correbous, con 246 en los últimos 15 años, es decir, una media de 16 por año. Les localidades de Alcanar (225), Sant Jaume d'Enveja (214), Ulldecona (192), Tortosa (191), Amposta (189) y Camarles (182) también han alojado un número significativo de días con espectáculos taurinos.

Tortosa, la capital del Baix Ebre, fue el municipio con más solicitudes, 60, que fueron aceptadas en su totalidad. Les festividades se repartieron entre los diversos pueblos que conforman el término municipal, como Jesús, Reguers y Campredó.

En el Montsià sólo hay una localidad donde no se ha celebrado ningún espectáculo entre el 2009 y en el 2023, según los datos de Interior, Freginals. En el Baix Ebre hay cuatro más: la Ametlla de Mar, Benifallet, el Perelló y Tivenys. Los cuatro se sitúan en la parte norte de la comarca, más cerca del resto de territorios, donde los correbous no tienen casi ninguna presencia.

Aumento de solicitudes de correbous después de la ley del 2010

En número de fiestas autorizadas, ya sea de una o varias jornadas, se observó un aumento después de la ley que reguló esta actividad en el 2010. De 42 solicitudes registradas por el Gobierno en el 2009, se pasó a 60 en el 2015. En los últimos dos años la cifra está en 53. A su vez, el número de jornadas taurinas por año se mantiene estable en los últimos 15 años, con más de 200. Sólo se observa un pequeño descenso después de la pandemia, ya que de una media de 224, se ha pasado a 204 tanto en el 2022 como en el 2023.

Así, teniendo en cuenta que el número de días totales ha bajado ligeramente, cada fiesta de correbous dura unos cuatro días, cuanto antes de la pandemia se alargaba unos cinco.

Lleixà recuerda que la normativa del 2010 nace "del manual de buenas prácticas" que crearon los taurinos que impulsaron esta regulación de la fiesta cuando se empezó a plantear la prohibición de las corridas de toros en Cataluña.

113 denuncias y 35 sanciones en una década y media

Desde el 2009, 113 espectáculos taurinos han recibido denuncias –sobre todo, en las Tierras del Ebro, donde se han registrado 104. Según los servicios territoriales de Interior, a fecha de diciembre del 2023 un total de 35 han acabado con sanción, 33 de las cuales en las comarcas ebrenses.

Para el ACPTTE, "la regulación ha servido para demostrar" que los animales no se maltratan y evitar malas praxis. "Por eso, las denuncias que hay, que son pocas, todas vienen por cuestiones burocráticas o de organización, pero nunca por maltrato", ha señalado Adolfo Lleixà. "Y la gran mayoría de denuncias que nos llegan, acaban archivadas", ha añadido. De hecho, desde la Agrupación aseguran que si las denuncias, que se hacen por vía administrativa, se hicieran por la vía penal, podrían demostrar que seguramente son falsas" y "muchas, ni se harían porque les supondría un gasto económico muy importante".

La ponencia durará meses porque se ha citado 89 ponentes

La comisión, que empieza este viernes, ha citado 89 ponentes. En cada sesión, comparecerán seis y eso hará que se alargue durante meses antes de que los partidos decidan si salir adelante o rechazar la prohibición de estas modalidades.

Desde la Agrupación de Comisiones y Peñas Taurinas del Ebro no desperdiciarán la oportunidad de hacer que el debate en el Parlamento "evolucione en una mejora de la fiesta", porque creen que "todavía se puede mejorar y que la ley permite regular y mejorar la fiesta" y están "abiertos" a hacerlo. "Nunca prohibir, las palabras prohibir y abolir, que son las que utilizan estas entidades y algunos parlamentarios, a nosotros no nos gustan. Son las que queremos evitar. Lo que queremos es construir, crear y mejorar la ley que tenemos", ha dicho Lleixà.

Saben que el debate no será fácil y lamentan que habrá que dialogar con personas "contaminadas con imágenes y discursos que nada tienen a ver con lo que pasa en las Tierras del Ebro". Lleixà defiende que la fiesta de los bueyes va más allá de los "vídeos cortos y momentos muy concretos" que se difunden sobre la fiesta de los correbous. "No es realmente la vida del buey, el cortejo, lo que comporta la fiesta, pero costará mucho cambiar la manera como se ve", ha defendido.

El ACPTTE lamenta que en la comisión no se haya dado voz a expertos como el antropólogo a Manuel Delgado, que ha estudiado la fiesta de los bueyes sobre el terreno y que, por otra parte, personajes mediáticos que sólo han visto "vídeos contaminados" den su opinión en las ponencias. "Representaremos la fiesta de la mejor manera posible y haremos todos los esfuerzos y todo lo que esté en nuestras manos para que esta modificación de la ley no salga adelante", ha asegurado el portavoz Adolfo Lleixà.

La ponencia, una "farsa" para las entidades antitaurinas

Entidades animalistas que forman de la Plataforma Bastante Correbous han declinado hacer declaraciones. Han decidido no pronunciarse desde que, el pasado 19 de enero, se puso en marcha la ponencia que ha elaborado el calendario y el plan de trabajo para debatir la proposición de ley para prohibir los bueyes embolados, capllaçats y en el mar que han impulsado. Como ya denunciaron antes de la comisión, reiteran que "es un fraude" y "una maniobra" para ganar tiempo y evitar que devuelva al Parlamento para hacer la votación definitiva.