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El Ayuntamiento de l'Aldea rechaza la instalación de una planta de biometano en el pueblo vecino de Campredó
El alcalde considera el proyecto como «totalmente inaceptable» por la proximidad de núcleos habitados
Imagen de una planta de producción de biometano.
El Ayuntamiento de l'Aldea (Baix Ebre) ha manifestado su rechazo a la ubicación de la planta de biometano proyectada en Campredó, en el municipio vecino de Tortosa, por la proximidad a núcleos habitados. El alcalde, Xavier Royo, considera totalmente inaceptable la propuesta porque se situaría a tan sólo 2,5 kilómetros del arrabal de Sant Ramon o 1,9 del Mas Roig.
Aduce que los olores que generaría la actividad -tratamiento de deyecciones ganaderas, avícolas y porcinas para convertirlas en biogás- afectarían «directamente» a los vecinos, «especialmente y con mucha intensidad en los días de viento». «Eso comprometería gravemente la calidad de vida de nuestros ciudadanos», ha asegurado. El consistorio ya ha anunciado que presentará alegaciones en todo el trámite.
El alcalde también ha rechazado la posibilidad de que las aguas residuales acaben desembocando en la red del municipio a través de los barrancos. «No aceptamos de ninguna manera que las aguas residuales de la planta desemboquen ni en nuestro sistema de alcantarillado ni en nuestra depuradora urbana, especialmente si pasan por el medio de la población. No podemos aceptar que estas aguas residuales nos provocan malestar entre nuestros vecinos y vecinas», ha remarcado.
En este sentido, Royo ha recordado que el proyecto requerirá una evaluación ambiental estratégica, en la que el Consell Comarcal tendrá que informar también sobre varios vectores ambientales, como residuos, atmósfera y aguas. Según ha asegurado, sin embargo, el ente ya habría presentado a la empresa «un informe de conexión de aguas residuales sin avisar previamente al Ayuntamiento de l'Aldea».
El equipo de gobierno también ha alertado que posibles avenidas del barranco de los Pixadors hagan desembocar «aguas de cualquier origen generadas por la planta de biogás y que pueden llegar a pasar por el medio» del núcleo urbano, «aumentando las consecuencias ambientales y sanitarias negativas».
También considera que la instalación en el emplazamiento propuesta, cerca del polígono Catalunya Sud, tendría un impacto perjudicial en la captación de inversiones industriales. «Este polígono, estratégico a nivel de país, podría ver comprometida su atractividad si se instala una planta de biogás cerca. No se puede permitir que se ponga una instalación de este tipo en un lugar tan estratégico», ha asegurado.
Repercusiones industriales
Con la ubicación de la planta al lado del polígono Catalunya Sud: «repercutirá negativamente en posibles implantaciones industriales que quieran invertir en el polígono Catalunya Sud, un polígono estratégico a escala de país como el nuestro. No se puede permitir que se ponga una planta de este tipo como escaparate», remarcaba Royo.
Así las cosas, el Ayuntamiento de l'Aldea ha decidido presentar alegaciones en todos los trámites ambientales y hacer un seguimiento exhaustivo de todo el proceso, especialmente en el Consell Comarcal del Baix Ebre. «Queremos asegurar que se tenga en cuenta el impacto negativo de esta planta en nuestra población», ha indicado Royo, quien ha hecho un llamamiento a las autoridades competentes para que reconsideren esta decisión, buscando alternativas «que no comprometan el bienestar y el futuro de nuestra población».
El proyecto, impulsado por Genia Bionergy, empresa valenciana participada por Repsol, prevé producir 93 GW/h al año de biometano que se inyectará en la red de transporte, tratando 127.000 toneladas de purinas, restos de poda o residuos orgánicos. La sociedad ha iniciado los trámites ante el Ayuntamiento de Tortosa, que da apoyo al proyecto, con la idea de ponerlo en marcha en el 2027. Prevé invertir entre 15 y 20 millones de euros y generar 30 puestos de trabajo.
