Política
La CUP denuncia «un caso grave de presunta corrupción» en las prácticas irregulares del Instituto de l'Ebre
Los cupaires insisten en que hace falta cesar el equipo directivo del centro y depurar responsabilidades en los servicios territoriales
Selene Alberich, de la CUP, ante los servicios territoriales de Educación de las Tierras del Ebro.
La CUP denuncia un «caso grave de presunta corrupción», con «funcionarios del sistema educativo público implicados», en el asunto de las prácticas irregulares del Instituto de l'Ebre de Tortosa. La cupaire Selene Alberich ha insistido en que las conclusiones de las investigaciones de la Inspección de Trabajo en el centro evidencian una mala praxis que, según habrían reconocido los servicios de Educació en las Terres de l'Ebre a los sindicatos, se iba repitiendo desde hace «muchos años».
La CUP exige al Departament d'Educació que cese al equipo directivo del Instituto de l'Ebre y depure responsabilidades en los servicios territoriales «por inacción y falta de supervisión» de la Inspección de Educación.
«La administración tiene que ser contundente en situaciones como esta», han pedido los cupaires. Alberich ha criticado que el departamento no ha actuado ni «rápido» ni «con transparencia», como aseguró la consellera Anna Simó desde Alcanar, hace pocos días. Desde la CUP señalan que las alegaciones que se han presentado a las investigaciones de la Inspección de Trabajo son «una estrategia para dilatar el proceso» y acabar el curso sin resolver el caso.
Alberich se ha sumado a las peticiones de los sindicatos de reclamar «explicaciones públicas» por parte de Educació, sobre todo por «no haber actuado de oficio» y que el caso de las prácticas irregulares lo haya destapado la denuncia de dos profesores. La cupaire ha apuntado que «este caso» del centro de Tortosa «tendría que haber hecho saltar las alarmas» porque se han «vulnerado» derechos educativos y laborales de los alumnos.
«El decreto de plantillas y autonomía de centros han convertido escuela pública en el laboratorio de mercantilización y gestión empresarial del sistema educativo, y la democracia en los centros ha desaparecido progresivamente y ha crecido la inestabilidad de las plantillas», ha dicho la cupaire. Eso hace que los profesores no denuncien estos casos «por miedo a represalias», según ha apuntado.
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