Diari Més

Baix Ebre

El parque natural de los Ports recibirá ejemplares de buitre negro a final de año

El organismo instala una jaula de aclimatación y manejo y nidos con réplicas de buitres para atraer ejemplares dispersos

Exemplar de voltor a mida real que es farà servir de reclam en la reintorudcció del voltor negre.

Ejemplar de buitre a tamaño real que se utilizará como reclamo en la reintroducción del buitre negro.ACN

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El parque natural de los Ports se prepara para reintroducir el buitre negro y completar el proyecto para reanimar a las desaparecidas especies necrófagas en el entorno. Después de fomentar las colonias de buitres y acabar de atraer el quebrantahuesos, con dos puntos de alimentación complementaria, se ha construido una nueva jaula de aclimatación para los ejemplares de buitre negro que se llevarán a final de año.

También se han instalado plataformas de nidificación con réplicas realistas de estos animales, para simular «una falsa colonia» y atraer ejemplares en dispersión. El director de los Ports, Toni Curcó, en una entrevista a ACN, ha señalado que los estudios de viabilidad certifican que la especie puede volver a vivir en el macizo y tiene fuentes de alimento para hacerlo.

El director del parque natural de los Ports, Toni Curcó, ha recordado que «uno de los pilares» del organismo es «conservar especie y hábitats», sobre todo los más amenazados, pero también recuperar las que han desaparecido del entorno de los Ports, como los necrófagos – pájaros que se alimentan de animales muertos. Actualmente, se ha recuperado el buitre leonado y algunas parejas de alimoches, y se trabaja para hacer retornar el buitre negro (Aegypuis monachus) y el quebrantahuesos.

El buitre negro es una especie «similar» al común que se extinguió en Cataluña. Las últimas décadas se ha hecho una reintroducción en el Pirineo de Lleida, «con éxito», y ya existe «una población autónoma». A los Ports, habría que traer ejemplares porque es una especie «con una capacidad de dispersión relativamente baja». En el centro-oeste de la península Ibérica es muy frecuente, pero los individuos tienden a volver a las colonias donde han nacido.

Por este motivo, como apunta Curcó, «lo más conveniente» a largo plazo, es que los animales lleguen a los Ports con la «técnica del hacking». Se trata de cría polluelos en «semilibertad», colocándolos en «nidos simulados», muy parecidos a los naturales y alimentarlos. Esta es la técnica que se ha demostrado «más efectiva» para la recuperación de especies de aves porque cuando «se liberan, la probabilidad» de que se queden «es muy alta».

Jaulas y nidos

Les instalaciones de manejo del buitre negro en el Port las construyeron Infraestructures.cat, el año pasado, y se financiaron con fondo Next Generation. La principal construcción es una jaula de aclimatación de 21 por 8 metros, en el término municipal de Roquetes (Baix Ebre), donde se pondrán los primeros ejemplares a reintroducir, probablemente a final de año, o principios de 2025 como muy tarde.

También se han hecho las plataformas de nidificación para los pinos, con unas réplicas a tamaño real del buitre negro que pretenden simular «la falta colonia» y atraer incluso ejemplares en dispersión. Estos espacios también «facilitarán» la nidificación de parejas jóvenes para fomentar «el retorno de esta especie amenazada en los Ports».

El director del parque natural ha remarcado que las instalaciones de manejo son «grandes» porque el buitre negro es una «especie voluminosa». Este año se construirá el espacio para los técnicos y el personal que se encargarán del manejo de los pájaros. Las cuatro especies necrófagas, buitre, buitre negro, alimoche y quebrantahuesos pueden convivir sin confrontaciones por los alimentos. Cuando se encuentran un animal muerto, se pueden alimentar los cuatro. Aunque hay «peleas» cada especie «hace su función».

En el parque natural ya hace años que se instalaron «dos puntos de alimentación suplementaria» para colaborar con el proyecto de reintroducción del quebrantahuesos de la zona valenciana del macizo. En estos puntos cada semana, se llevan «patas» de animales muertos que es el alimento predilecto de esta especie carroñera.

El verano pasado, las cámaras captaron a Masia, el nombre de uno de los juveniles de quebrantahuesos, en uno de estos puntos de alimentación del parque. Masia fue liberado el año pasado, cuando todavía era un polluelo, en el Maestrazgo aragonés, por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, un proyecto que la entidad paró hasta que se resuelva «la dimensión definitiva del cluster eólico previsto en la zona».

Más especies en recuperación

En el parque natural de los Ports también se hacen estudios de seguimiento de otras especies en proceso de recuperación, como el gato fer o las tortugas mediterráneas. En el caso de estos reptiles, los últimos años se han hecho liberaciones de miles de ejemplares en lugares controlados para analizar cómo se reproducen y cómo se desarrolla la reintroducción. «Todavía estamos continuando con esta liberación de ejemplares, hasta que llegue un punto, si todo va bien, que no haga falta más porque ya se habrá instalado un núcleo reproductor establo y habremos conseguido el hito», ha explicado Toni Curcó.

Por otra parte, el gato fer es una especie felina autónoma sobre la que no existe «mucha documentación. Sus «hábitos nocturnos» complica tener información. «No sabemos si hay pocos, muchos, cómo evoluciona la población o si hay casos de hibridación con el gato doméstico, una de las causas de amenaza de la especie», ha apuntado Curcó. Para ampliar el conocimiento sobre este felino, se utiliza «foto-trampeo», cámaras instaladas en el campo con visión nocturna que permiten hacer un seguimiento de los animales.

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