El sector de los cítricos ebrenses prevé recuperar un 20% de producción respecto de la campaña pasada
Los productores auguran aumentar la retribución para el fruto a pesar de la competencia de los mercados de la cuenca del Mediterráneo
Detalle de una caja de mandarinas en el almacén de la Cooperativa Exportadora de Agris de Alcanar.
El sector de los cítricos ebrenses encara la campaña 2023-2024 con la previsión de recuperar un 20% de producción respecto del año pasado. A pesar de la sequía, las condiciones meteorológicas de los últimos meses han beneficiado este cultivo, sobre todo a variedades tempranas como la mandarina clemenules. Al fin y al cabo se enmarca en un contexto de menor producción a escala estatal, hecho que hace prever una retribución «muy superior» para los campesinos.
El director comercial de la Cooperativa Exportadora Agris de Alcanar, Federico Tarazona, ha apuntado que este año podrían producir hasta 18.000 toneladas de mandarinas, a la vez que ha lamentado el impacto que suponen mercados de la cuenca del Mediterráneo en términos de «dumping» (competencia desleal) social y medioambiental.
A diferencia de otros cultivos, la sequía no ha tenido una afectación directa en esta campaña de cítricos, ya que se trata de una producción de regadío que no ha sufrido restricciones de recursos hídricos. Sin embargo, el director comercial de la Cooperativa Exportadora Agris de Alcanar, Federico Tarazona, ha alertado de que si la situación de falta de lluvias se mantiene, el sector se podría resentir.
Por el contrario, este año la zona de las Tierras del Ebro se ha visto beneficiada por la falta de temporales torrenciales que hayan estropeado la fruta y han garantizado una calidad «extraordinaria». La variedad estrella de la zona sigue siendo la mandarina clemenules, que en pocas semanas acabará su proceso de recolección. En esta variedad concreta, la recuperación de la producción se prevé que se eleve hasta el 30%, hecho que permitirá pasar de 9.000 toneladas a 14.000 toneladas.
Una campaña estatal «atípica»
Con respecto a las variedades más tardías, tanto de mandarinas como de naranjas, la producción podría rebajarse ligeramente, si bien en términos globales las previsiones son optimistas respecto del año pasado y se espera producir entre 24.000 y 25.000 toneladas de cítricos. Se trata de una situación que se enmarca en una campaña «atípica» a escala estatal, hecho que también hace prever que el precio del producto final se encarezca un 10% y los productores perciban una retribución más alta de entre 8 y 9 céntimos más por kilo.
A pesar de estas circunstancias favorables en clave ebrense, el sector sigue insistiendo en el impacto que provoca la competencia por parte de mercados procedentes de África. Tarazona ha defendido que existe una «competencia desleal» que atribuyen a la diferencia entre políticas y estándares europeos en materia fitosanitaria. «Producir dentro de la Unión Europea, con toda la legislación que nos estamos autoimponiendo, cada día se está haciendo más difícil», ha lamentado a la ACN.
Actualmente, la Cooperativa Exportadora Agris de Alcanar cuenta con unos 200 socios dedicados al cultivo de unas 1.200 hectáreas de mandarinas y naranjas de las cuales se exporta un 95%.