El acusado de matar a un hombre en La Ràpita niega que lo asfixiara y asegura que sólo se defendió

El acusado de matar a un hombre en La Ràpita (Montsià) en noviembre de 2021 ha negado que asfixiara a la víctima. En su declaración, el investigado ha asegurado que el muerto entró en el domicilio, donde estaban consumiendo drogas y que se empezaron a pelear. Ha afirmado que cayeron al suelo y que él sólo se defendió en el transcurso de la pelea.

«Era imposible, estaba encima mío metiéndome puñetazos, con 130 kilos, no lo podía coger por el cuello y por detrás», ha declarado. 

Fiscalia le pide una pena de 13 años y 6 meses de prisión por un delito de homicidio. La defensa solicita la absolución. El juicio quedará visto por sentencia este lunes después de que arrancara la semana pasada en la Audiencia de Tarragona, con jurado popular.

El acusado ha explicado que se encontraba con otras personas consumiendo cocaína en un domicilio de la Ràpita la madrugada del 20 de noviembre del año 2021 cuando la víctima acudió al piso y empezó a golpear la puerta. Según el investigado, intentó impedirle el paso sin éxito hacia el interior de la vivienda, y a partir de aquí, se inició la pelea. «Me coge del cuello, me pega en la cara, me quedo grogui, me tira al suelo e intento sacármelo del encima», ha relatado. En su declaración, ha afirmado que fueron las otras personas quien estiraron a la víctima y le sacaron de encima.

Además, el procesado ha destacado que se lo llevan hacia una pared y que él se vuelve a defender de la agresión de otro hombre que lo ataca con una botella de cava. Según la versión del acusado, la víctima se puso «blanca» y se cayó desplomado al cabo de unos minutos. «Era imposible que lo cogiera por el garganta porque estaba bajo él, lo único que podía hacer era pararle las manos cuando me metía puñetazos», ha declarado. A preguntas del fiscal, ha respondido que no pudo taparle ni la nariz ni la boca durante la pelea, ya que sólo se pudo defender.

El acusado ha manifestado que el hombre muerto se levantó y que estuvo unos minutos insultándolo mientras él se peleaba con el otro hombre. Una vez vio cómo se desplomaba y caía contra la pared del pasillo entonces, lo socorrieron e intentaron reanimarlo. «En ningún momento, me desatendí, aunque me hubiera agredido», ha asegurado. También ha explicado que trasladaron a la víctima fuera de la vivienda, hasta el rellano del edificio, por la falta de espacio en el pasillo a la hora de reanimarlo. Ha justificado que cerró la puerta del piso por el hecho de que una de las jóvenes, que había en el domicilio, le explicó que era menor de edad. Dice que intentó consolarla por todo lo que había pasado.

En el turno de última palabra, el investigado ha reiterado su inocencia y ha recordado que hace tres años que se encuentra en prisión preventiva por unos hechos que no cometió. ¿«Si una forense dice que es incompatible la vida después de 15 segundos -después de la asfixia-, porque la persona se desmalla, como es posible que están debajo de la persona, parándole los golpes, pueda ser capaz de cogerlo por detrás, de estrangularlo y de taparle la nariz y la boca, y después esta persona se levante y esté cinco minutos gritando hasta que cae?» se ha preguntado. Por todo ello, ha pedido que se haga «justicia».

La autopsia concluye que la causa de la muerte fue por asfixia

En los informes finales, el ministerio público ha subrayado que la autopsia certifica que la causa principal de la muerte fue por asfixia mecánica por mecanismo combinado de obstrucción de orificios respiratorios y constricción cervical extrínseca. En esta línea, el fiscal ha destacado que los médicos forenses aseguraron que la víctima «no podía caminar después de la asfixia» y que sus parámetros de cocaína «eran normales», ya que el hombre muerto era consumidor de cocaína. «A mayor tiempo de consumo, menor afectación de las drogas», ha recordado el fiscal de lo que dijeron a los médicos forenses.

En cambio, el abogado de la defensa ha señalado que las dos manchas de sangre encontradas en dos puntos diferentes del domicilio demuestran que la víctima se levantó del suelo y «deambuló» por el piso, antes de caer desplomado. Al mismo tiempo, el letrado ha argumentado que el hombre murió por una cardiopatía o un fallo cardiaco y no por asfixia. «Los síntomas externos, llamados los cinco obsoletos, son compatibles con arritmias cardiacas», ha defendido. «Es absolutamente inocente, no se puede culpar a nadie por estar en el peor lugar y momento, él fue víctima de una agresión», ha cerrado.

Fiscalia mantiene las penas de prisión

El ministerio público considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio. Por eso, ha mantenido las peticiones iniciales y ha pedido una pena de trece años y seis meses de prisión para el acusado. Asimismo, cinco años de libertad vigilada y le reclama una indemnización de 120.000 euros de responsabilidad civil para los familiares de la víctima. En cambio, la defensa pide la libre absolución.

El juicio oral ha acabado este lunes después de que se iniciara la semana pasada. El tribunal tiene previsto entregar el objeto del veredicto este miércoles a los miembros del jurado popular. A partir de entonces, el jurado se cerrará a deliberar. Previsiblemente, el caso quedará visto por sentencia a finales de semana.