Un vecino de Amposta denuncia al alcalde y el presidente de la Cambra Arrossera por el sonido de la sirena

Un vecino de Amposta ha denunciado penalmente al alcalde y el presidente de la Cambra Arrossera del Montsià por las molestias que, asegura, le ocasiona el sonido de la sirena horaria que durante cerca de un siglo emite cuatro veces al día como aviso horario.

La demanda, presentada al juzgado número 1 de Amposta, que ya ha abierto diligencias previas, llegó después de un requerimiento administrativo municipal. El consistorio descartó que la sirena, reconocida dentro del Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de las Terras de l'Ebre, incumpliera ninguna normativa. Sin embargo, la Cambra Arrossera decidió provisionalmente dejar de emitir el sonido, hecho que ha causado sorpresa al vecindario. La entidad y el gobierno municipal defienden mantener este sirena histórica.

La instancia en el Ayuntamiento, presentada el pasado mes de marzo, dio pie a una inspección por parte de la policía local, que se personó en las instalaciones de la Cambra Arrossera hace tres semanas para efectuar una primera sonometria. Fue entonces cuando la entidad decidió, provisionalmente, dejar de emitir los cuatro avisos sonoros diarios.

El análisis de los resultados, pero, llevó al consistorio a descartar de pleno las pretensiones del vecino. A pesar de admitir que el consistorio todavía tiene pendiente de desarrollar la normativa concreta al respecto, el alcalde, Adam Tomàs, defiende que la sirena no incumple ninguna regulación ambiental. Recuerda que únicamente suena durante unos quince segundos cuatro veces al día, como señal horaria que durante cerca de ciento años ha avisado a los trabajadores de la cooperativa y campesinos. Ninguna durante la noche: a las nueve de la mañana, a la una del mediodía, a las tres de la tarde y a las siete de la tarde.

«Es surrealista que se nos pida esto en estos momentos. Podría ser cualquier otra cosa: como una moto que pasa por debajo de casa o una alarma de coche que se conecta y está un rato sonando. Son temas puntuales y no tiene ningún sentido», ha sentenciado.

Ante esta respuesta, el vecino demandando habría decidido elevar el caso a la vía penal, dirigiendo la denuncia concretamente contra el alcalde y el presidente de la Cambra Arrossera, cargo que desde hace unos días ocupa Àlex Morales en sustitución de Marcel Matamoros. En las diligencias previas abiertas por el enjuiciado número 1 se piden nuevas sonometrías y que se demuestre el cumplimiento de la normativa vigente.

El procedimiento judicial y el ajetreo ocasionado ha generado desconcierto en la ciudad y en la misma Cambra Arrossera. A lo largo de cerca de ciento años, la característica sirena había sonado puntualmente convirtiéndose en un elemento más del paisaje urbano ampostino. Fruto de esto, su sonido fue incorporado recientemente en el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de las Terres de l'Ebre.

«Es una sirena histórica, no productiva», ha remarcado Morales, el nuevo presidente de la entidad, quien recuerda que también funcionó para avisar a la población de los ataques aéreos de la aviación fascista durante la guerra civil española. La entidad, que no ha recibido ninguna orden judicial para dejar de hacerla sonar, se plantea ahora la posibilidad de retomar los avisos diarios. El presidente de la Cambra se muestra sorprendido ante el desconocimiento del tipo de problema concreto que puede tener el denunciante -médico o de otro tipo- para llegar a los tribunales en un caso como este.

El alcalde, por su parte, ha defendido también mantener la sirena. «Si un juez en algún momento determina que supera los niveles de no sabemos qué normativa, suponemos que la Cambra lo tendrá que acatar. Pero nosotros defendemos su continuidad, como de las campanas de Poblenou o del campanario de Amposta. Encontramos absurdas estas polémicas», ha cerrado.