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Aprueban el informe ambiental para mejorar la carretera entre Ràpita y el Poblenou

El movimiento vecinal reclama a la Diputació que cumpla el compromiso de presupuestar la obra para 2025

Imatge de la carretera entre la Ràpita i Poblenou del Delta, on hi ha molts accidents.

Imagen de la carretera entre la Ràpita y Poblenou del Delta, donde hay muchos accidentes.ACN

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Después de una tramitación que se ha alargado casi quince meses, el Departament d'Acció Climàtica ha aprobado ya el informe de impacto ambiental para poder ejecutar el proyecto de acondicionamiento de la carretera de la Vergüenza, la T-2021, entre la Ràpita y Poblenou del Delta.

Con el trámite de evaluación ambiental simplificada desencallado, la Diputació de Tarragona habrá ahora de incorporar las condiciones impuestas por la Generalitat en el borrador del proyecto y aprobarlo definitivamente. El ente provincial mantiene su previsión de dotar de presupuesto la obra para iniciarla el próximo año. Así lo ha reclamado la plataforma Carretera de la Vergüenza. El alcalde de Amposta, Adam Tomàs, ha celebrado la aprobación confía que la Diputació cumplirá los compromisos.

Escenario de numerosos accidentes, también mortales, llena de tramos de anchura reducida donde difícilmente pueden cruzarse dos vehículos y con una habitual presencia de bicicletas, la mejora de la bautizada como Carretera de la Vergüenza se ha convertido en una reivindicación histórica de los vecinos del núcleo de Poblenou del Delta. No sólo es el principal vial que, bordeando acequias y arrozales, los conecta a las poblaciones vecinas y a las grandes vías de comunicación, sino que es una de las puertas de entrada del turismo en el delta del Ebro, según recuerdan.

Una vez el ente provincial asumió plenamente la titularidad del vial incluyéndola dentro de su Plan zonal de la red local de carreteras, el borrador de proyecto tenía que pasar por el Departamento de Acció Climàtica. Según la Generalitat, el hecho de que la obra no tenga «efectos adversos significativos sobre el medio ambiente» del Delta ha evitado finalmente la tramitación de una evaluación de impacto ambiental ordinaria, bastante más compleja que el procedimiento finalmente adoptado y que, a pesar de eso, se ha alargado prácticamente quince meses.

Cumplir las «promesas»

Exigimos que de una vez por todas se cumplan las promesas que se han hecho y en los presupuestos del 2025 esté la partida necesaria para ejecutar la obra. Por eso pase, los pasos que se tienen que dar hasta entonces tienen que empezar ya. El informe de impacto ambiental ha tardado muchísimo, todos los pasos han tardado más de lo que tenían que tardar y ahora pedimos celeridad de una vez por todas», ha reclamado al portavoz de la plataforma Carretera de la Vergüenza, Josep Juan.

A pesar de reconocer la lentitud en la resolución de este trámite, el alcalde de Amposta, Adam Tomàs, cree que la Diputació cumplirá los plazos anunciados recientemente por su presidenta, Noemí Llauradó, de iniciar las actuaciones el próximo 2025 una vez se haya podido incluir este año la obra en el programa cuatrienal de inversiones y a los presupuestos del próximo año. «Éramos conscientes que habían trámites complicados a hacer, como el plan zonal y el tema ambiental, y en 2015 la Diputació ya nos pusimos a sacar adelante el proyecto para ahora tenerlo acabado», ha remarcado.

Durante este tiempo, ha asegurado, los ayuntamientos han asumido intervenciones «de urgencia» para mantener el actual vial. La última, la reparación de un puente en mal estado en la zona de la Tancada. A pesar de todo, Tomàs pone en valor que la Generalitat haya sido «sensible» con la tramitación. «Lo que es importante es que un proyecto de largo recorrido, con un presupuesto de 10 millones de euros es vea desencallado. Tenemos ejemplos de carreteras que el Estado tenía que hacer en 2004, hace 20 años, que todavía no se han hecho. En cambio, esta, en 2015 nos pusimos y hoy está un poco más cerca», ha defendido.

Con el informe ambiental sobre la mesa, los técnicos del ente provincial tendrán que incorporar las condiciones que impone la Generalitat antes de elaborar el proyecto definitivo. Un documento que tendrá que ser sometido a información pública y aprobado por el pleno del ente. A partir de este punto, y una vez consignada la inversión en el plan cuatrienal, fuentes del ejecutivo provincial subrayan que se incorporará la primera partida para la ejecución al presupuesto del año próximo. El proyecto se tendrá que licitar y adjudicar. La inversión total prevista es de unos 10 millones.

Velocidad limitada a 50 km/h

Firmado el 2 de mayo pasado por el director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Marc Vilahür, el informe de impacto ambiental para el proyecto presentado por el ente provincial es favorable, pero con condiciones. Una de las más destacadas, incluida ya en los estudios de movilizado no motorizada y de impacto acústico incluidos en el proyecto constructivo, será la reducción de 60 a 50 km/h la reducción de la velocidad máxima del tramo para reducir «el riesgo de accidentalidad, el consumo energético y las emisiones».

El estudio analiza la construcción de un carril bici a lo largo del tramo. En este sentido, impone efectuar un seguimiento de los datos de tráfico y, según la evolución de uso, se tomarán medidas de promoción como otras medidas de pacificación del tráfico motorizado en las zonas de conflictos. Según la información de aforos hechos por la Diputació de Tarragona el año 2019, la carretera presenta un tráfico de 965 y 691 vehículos según el tramo y, de entre un 7,82% y un 6,44% de vehículos pesados. El incremento acumulativo previsto para este año es del 1,44%.

El carril bici ocupará 1,5 metros de anchura de los 9,5 que tendrá la vía -3 metros por carril y arcenes de un metro, con una zona de berma de 0,5. El estudio pide ampliar y prolongar el trazado propuesto del primer tramo de carril bici, hasta la intersección con el camino de guarda de la bahía de los Alfacs y que promueve Acció Climàtica. Esta ampliación se tendrá que hacer por la banda interior para no afectar a los hábitats presentes cerca de la bahía de los Alfacs.

Entre los aspectos técnicos, Acció Climàtica determina que hay que asegurar el drenaje natural de las aguas de los campos agrícolas y que los arcenes no se pavimentarán sino que se harán de sustrato natural. El proyecto definitivo, además, tiene que prever un área de servicio en una zona adyacente al puente de la Encanyissada libre de hábitats naturales, el tratamiento cromático de los sistemas de contención y seguridad de la carretera se tienen que avenir al entorno deltaico.

También reclama «minimizar» la afectación a las infraestructuras de la Comunidad de Regantes de la Derecha del Ebro y particulares, y se pide incluir un calendario de las obras que afectan a los sistemas de riego y desagüe de los campos agrícolas, actuaciones que tienen que autorizar los Regantes.

La infraestructura, además, tendrá que garantizar «la permeabilidad faunística», para facilitar el paso de pequeños mamíferos, reptiles y anfibios, y hará falta una prospección previa a las obras, en los bordes de la zona de la laguna de la Encanyissada, para identificar si hay Limonium densissimum, especie protegida, así como extremar las precauciones durante el periodo de nidificación de las aves, el 1 de marzo al 15 de agosto.

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