Diari Més

Pesca

La flota de la Ràpita rechaza el acuerdo sobre pesca de arrastre porque es un «chantaje»

Los pescadores consideran «una injusticia» que les penalicen los periodos de veda de voluntaria que ya hacen

Diverses barques d'arrossegament amarrades al moll pesquer de la Ràpita.

Varias barcas de arrastre amarradas en el muelle pesquero de la Ràpita.
ACN

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La Cofradía de Pescadores Verge de Carme de la Ràpita, que reúne la flota de arrastre más importante del país, valora «negativamente» el acuerdo sobre la pesca que se ha cerrado este miércoles de madrugada en Bruselas.

El secretario Joan Balagué señala que el punto de partida sigue siendo la propuesta de la Comisión Europea de 27 días anuales de pesca y añaden «el chantaje» de condicionar el incremento del permiso de actividad a nuevas medidas.

«Volveremos a tener una reducción de jornadas y de capacidad de pesca», ha lamentado Balagué haciendo referencia a requisitos como el aumento de malla. Los pescadores de la Ràpita se sienten «engañados y defraudados» porque en el cómputo los vuelven a penalizar los dos meses de veda voluntaria que hacen.

Los pescadores ebrenses consideran que el acuerdo sobre la pesca de arrastre en el Mediterráneo no favorece el sector y creen que no se les ha defendido lo suficiente en estas discusiones contra la propuesta inicial de la Comisión Europea que se han alargado hasta la madrugada. De hecho, el secretario de la Cofradía Joan Balagué insiste en que los 27 días anuales de pesca siguen siendo el punto de partida. «Han sacado una puntada hacia delante. Nos dejan tocados de muerte porque no es viable trabajar los días que nos están dando», ha lamentado.

Para trastear más de estos 27 días, el acuerdo incluye medidas de compensación, acumulativas, de manera que se vaya incrementando esta asignación. Desde la Cofradía de la Ràpita lo han calificado de «chantaje» y alertan de que ni desplegando todos los requisitos, la situación del sector no mejorará. El secretario ha recordado que la flota de arrastre acumula un 40% de pérdidas desde 2020 y ahora tendrá que sumar un recorte de días de pesca y la rebaja de las capturas por las nuevas medidas. «Es un sector que lo están derrumbando poco a poco hasta que no podremos subsistir», ha alertado.

Menos días y menos capturas

Como ha ejemplarizado Balagué, Europa exige cambiar las redes de arrastre con mallas más anchas para incrementar un 9,3% estos días de pesca. Eso supondrá 2,5 días más, pero las embarcaciones perderán «capacidad de pesca». Algunas especies no se podrán capturar con mallas mayores, como las vetas, el sepió y otros «de gran valor económico», y los pescadores reducirán la facturación.

El acuerdo en Europa también señala que poner en marcha las modificaciones antes del 1 de mayo de 2025 permitirá incrementar los días de trabajo, pero otra de las preocupaciones de los pescadores es que algunas de las modificaciones no son de aplicación inmediata, aunque se les ofrezca ayudas del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura. Joan Balagué, de la Cofradía de la Ràpita, ha vuelto a ejemplarizarlo con la medida de las redes, ya que el cambio de mallas tardará entre tres y cinco años a hacerse. «No hay ningún estudio que demuestre la viabilidad - de la medida -, pero en tres o cinco años, aquí no quedará ninguna embarcación de arrastre porque no lo podrán aguantar», ha advertido.

Vedas que penalizan

Desde la Ràpita no entienden «la satisfacción» de otras flotas. «Puede ser que algunas zonas, algunos caladores, les vaya bien. Pero a nuestra zona, que es de pesca de costa, el acuerdo no es nada bien recibido porque hace todavía más inviable el sector de arrastre y es una medida injusta para aquellos hemos hecho los deberes», ha reivindicado el secretario de la Cofradía ebrense.

Los pescadores de la Ràpita, los últimos años, ya han reducido los horarios de pesca, han cerrado algunas zonas en la pesca de forma temporal y otros de forma permanente para «preservar el recurso», y aplican dos meses de veda voluntaria. Avalados por los estudios y el seguimiento del ICATMAR, reivindican que en la costa ebrense se ha conseguido «el rendimiento máximo sostenible» y la preservación de especies que están en peligro en otros puntos del Mediterráneo.

Aún así, cuando se hace el cómputo de días de pesca, estas vedas los penalizan. Los días para trastear se computan sobre los días laborables, unos 240 de media. Como en la Ràpita hacen dos meses de veda, el porcentaje se calcula sobre 200 días y creen que la Comisión Europea volverá a aplicar de la misma fórmula en el próximo reparto. Desde la Cofradía de la Ràpita reclaman que el punto de partida de los cómputos sea el mismo para todo el mundo porque la flota catalana, y sobre todo la de Tarragona y el Ebre, hace años que salen perjudicados.

«Creemos en las vedas, no como en otros lugares donde no hacen. Tenemos estudios científicos que nos avalan, que hacemos las cosas bien y que no hay un problema de recursos en nuestra zona», ha defendido el secretario Joan Balagué. «Al final habrá mucho recurso, pero no habrá pescadores», ha alertado. En la Ràpita quedan 32 barcas de arrastre. Sólo en el último año se han perdido cuatro, pero el sector se ha reducido a la mitad en los últimos años en el puerto ebrense.

En la lonja de la Ràpita, el pescado de las embarcaciones de arrastre representa entre el 60% y 65% de la facturación total. La Cofradía Verge del Carme cuenta ahora con una flota de unas 90 embarcaciones, aunque muchas son de pequeñas dimensiones y de un solo tripulante.

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