Diari Més

Sociedad

El día en el que los lagos de un pueblo de Tarragona se helaron y se recogieron miles de peces muertos

Estos hechos se produjeron en el contexto de la mayor ola de frío registrada en España desde finales del siglo XIX

Nieve en Horta de Sant Joan

Imagen de archivo de un episodio de nieve en les Terres de l'Ebre.

Creado:

Actualizado:

Hace casi 70 años, un frente de aire siberiano azotó la península Ibérica con una intensidad y duración tan excepcionales que se convirtió en la ola de frío más extrema registrada en España desde finales del siglo XIX, época en la que comienzan los registros meteorológicos actuales. 

Sin embargo, algunas evidencias indirectas sugieren que este tipo de eventos podrían haberse producido mucho antes, incluso en el siglo XVIII. La helada de 1956 causó graves pérdidas agrícolas, especialmente en la cosecha de trigo, y afectó a antiguos cultivos de algarrobos y olivos, algunos de ellos tricentenarios. Los titulares de los noticiarios radiofónicos anunciaban: "Un año sin naranjas aboca al país a la falta de divisas".

El 2 de febrero de ese mismo año, el municipio de Sant Jaume d'Enveja vivió uno de los episodios más impactantes de su historia. Los lagos de Buda, una isla ubicada en el delta de l'Ebre, se convirtieron en enormes bloques de hielo y, por primera vez, los pescadores locales se dedicaron a recoger peces muertos flotando sobre el agua congelada. Según la agencia Efe, más de 8.000 kilos de peces fueron recogidos en aquel día histórico.

Este fenómeno se produjo en el contexto de la mayor ola de frío registrada en España desde finales del siglo XIX. Un frente de aire siberiano azotó la península ibérica, sumergiendo al país en un mes de febrero extremadamente frío. Durante más de tres semanas, las temperaturas se mantuvieron bajo cero, afectando tanto a zonas rurales como urbanas.

El impacto de este intenso frío fue devastador. Las carreteras se volvieron intransitables, los aviones y barcos quedaron paralizados, y el hielo cubrió incluso el mar en la Costa Brava. Uno de los lugares más afectados fue el lago de Estanygent, en Lleida, que alcanzó los -32°C. Pero los lagos de Buda no fueron la excepción, pues la helada atrapó a los peces, que, al morir, flotaron en el hielo, creando una escena inédita para los pescadores locales.

La isla de Buda, que pertenece al municipio de Sant Jaume d'Enveja, con sus 1.000 hectáreas y situada en el parque natural del Delta del Ebro, era un lugar peculiar. En la década de 1940, unas 40 familias se asentaron en la isla para cultivar arroz y establecieron una comunidad con escuela, capilla y fiestas populares. Hoy en día, la isla ya no tiene residentes permanentes, pero sigue siendo un lugar clave para el cultivo de arroz en la región.

tracking