Corbera d'Ebre pedirá al COMEBE que gestione provisionalmente el Poble Vell mientras estudia una solución definitiva
La Asociación Poble Vell vive con «luto» su disolución y critica la falta de apoyo de la administración los últimos años
El Ayuntamiento de Corbera d'Ebre pedirá al COMEBE (Consorcio Memorial de los Espacios de la Batalla del Ebro) que mantenga abierto el Poble Vell mientras se estudia y se busca a un nuevo modelo de gestión para el conjunto patrimonial. De hecho, integrar el espacio en el Consorcio es una de las opciones que se pondrán sobre la mesa. Tampoco se descarta crear una nueva entidad gestora o asumirlo desde el consistorio, aunque es la opción que menos convence. La Asociación Poble Vell ha cerrado la iglesia al público este sábado, en un día «triste». La presidenta de la entidad, Anna Pedrola, ha acusado a la administración local de no ofrecerles apoyo económico ni acompañamiento en los últimos años, hecho que se suma al «deterioro de las personas y el esfuerzo hecho del voluntariado».
Los visitantes que este mediodía intentaban entrar a la iglesia del Poble Vell de Corbera d'Ebre se la han encontrado cerrada. Es la primera consecuencia de la disolución de la Asociación Poble Vell, que desde este sábado ha dejado de gestionar este conjunto patrimonial. Entre las causas que han motivado esta decisión, su presidenta Anna Pedrola apunta la actitud de la administración local, la cual afirma que «no ha creído ni ha acompañado a la asociación en muchos aspectos». Según Pedrola, la falta de apoyo económico en los últimos años ha acumulado un malestar que ha provocado la extinción de la entidad.
Pedrola también ha puesto el foco en el departamento de Cultura, a quien pide que intervenga para garantizar que el trabajo hecho por la asociación en las últimas tres décadas no se pierda y el pueblo no se deteriore. De la misma manera, ha deseado que las visitas al espacio se mantengan, ahora que será el Ayuntamiento quien se encargará de su gestión. Según la entidad, el espacio ha atraído a unos 20.000 visitantes anuales.
Ante la posibilidad de que sea el COMEBE quien asuma provisionalmente la gestión del espacio mientras se busca una solución definitiva, el expresidente la Asociación Poble Vell, Joan Antonio, ha señalado que sería una opción no prevista por el plan director del conjunto patrimonial que, por el contrario, sugiere la creación de una fundación. Se trataría de una herramienta de gestión que asegurara la continuidad y al mismo tiempo, permitiera la participación de diferentes organismos, como podrían ser el Ayuntamiento, la Diputación, universidades o la asociación, en caso que se recuperara. Un escenario que, de momento, Pedrola descarta si la situación «sigue de la misma manera». En este sentido, ha remarcado que aunque la asociación funcionaba y contaba con un modelo de gestión del espacio, no ha sido posible encontrar un relevo de la junta actual.
Claves y agenda, el lunes
El alcalde de Corbera d'Ebre, Sebastià Frixach, y el primer teniente de alcalde Antonio Álvarez, han asegurado que harán todo aquello que sea posible para que la actividad se pueda reanudar a partir del lunes mismo. Hay visitas previstas que se tienen que atender y no se quiere tener cerrar el conjunto patrimonial. Frixach ha avanzado que el 29 de febrero visitarán el Memorial Democrático «para hablar con la Generalitat» y ver «de qué manera más profesional» podría funcionar el Poble Vell.
El Departamento de Justicia y el Memorial Democrático ayudarán en el Ayuntamiento de Corbera d'Ebre a abordar la situación y encontrar soluciones. El director de los servicios territoriales de Justicia en el Ebro, Lluís Montull, ha explicado a la ACN que han conocido el cese y disolución de la Asociación del Poble Vell a través del consistorio y ha expresado «el agradecimiento y el reconocimiento de la actividad y el compromiso de la asociación en favor de la memoria democrática».
A partir de ahora, Montull ha apuntado que «estarán atentos en cómo se gestionarán los espacios de memoria» del Poble Vell y ha reiterado que «para el Ayuntamiento y el Departamento de Justicia es prioritario preservar, difundir y consolidar los espacios de memoria en las Tierras del Ebro».
Sin relevo
El consistorio reconoce que cada vez se hace más difícil el relevo en entidades como la Asociación Poble Vell, porque «cada día falta más gente que quiera dar pasos adelante», pero lamenta sobre todo la pérdida de los tres puestos de trabajo que sustentaba la entidad y que no pueden asumir directamente. «Nos sabe especialmente mal |por las personas que están trabajando, porque son lugares de trabajo que se pierden y nos sabe mucho mal», ha subrayado el alcalde de Corbera d'Ebre. Desde la entidad, Pedrola ha insistido en el perjuicio que supone para el pueblo. «Es una gran pérdida, no nos podemos permitir hoy en día que una asociación de cariz cultural y social se pierda y que también perdamos lugares de trabajo, con personas con disposición y capacidad para llevarla a término,» ha lanzado.
Convenio por las pérdidas
Los reproches que también les hace la entidad en el comunicado de anuncio de la disolución, Frixach y Álvarez consideran que no son del todo justos, que son «demasiado fuertes». Por una parte, defienden que el alquiler del espacio que se ha hecho a terceros no ha perjudicado la actividad regular del Poble Vell. El año pasado se va alquiler 7 días, ha ejemplarizado el alcalde. De la otra, el equipo de gobierno asegura que se había ofrecido un nuevo convenio para hacer balance de cuentas cada trimestre y que fuera el Ayuntamiento de Corbera d'Ebre quien asumiera las pérdidas, si había. «Asegurábamos que pudieran mantener la actividad», ha remarcado Sebastià Frixach.
Coinciden en que las administraciones superiores han invertido poco y tarde y confían en que en esta «nueva etapa» haya un cambio de rumbo en este sentido. «El problema es que hemos esperado demasiados años, está muy degradado y se ha llegado tarde», ha recriminado Frixach. Sin embargo, celebran que la Generalitat apueste con el proyecto para consolidar las infraestructuras que quedan, un proyecto que se ha fragmentado en nueve fases y tiene un coste de unos tres millones de euros. De momento se ejecuta la primera fase con un presupuesto de 184.000 euros.