Música
El flixenc Xarim Aresté publica 'Un idioma nou'
El músico y escritor presenta un trabajo más luminoso que tiene canciones con contrastes y una paleta de colores «más amplia»
El músico y escritor Xarim Aresté ha publicado este viernes el nuevo disco Un idioma nou (RGB Suports) que llega en formato vinilo y digital. Después del álbum Ses Entranyes, Aresté presenta un trabajo más luminoso que tiene canciones con contrastes y una paleta de colores «más amplia». Para el grupo, el disco ha supuesto un viaje hacia lo inesperado porque se ha grabado sin que la banda conociera las canciones. El disco aborda el «revuelo» que las personas sienten dentro suyo y que no escuchan. En una entrevista en ACN, Aresté reivindica el alma y opina que hay que edificarla para evitar ser tan infelices. «Tengo la sensación que vivimos la vida como si no existiera el alma. Si perdemos poder dentro de la sociedad es porque no reconocemos el alma», asegura.
Un idioma nou es un disco poliédrico que presenta «un viaje de ida y vuelta al corazón del mismo artista». Este viaje es un tráfico por mares y montañas de música popular, desde la jota más azul hasta el blues más mediterráneo, del llanto a la carcajada y el reparto de poesía. El trabajo es un canto a la belleza y el dolor, dos realidades que «a menudo son la misma cosa».
Aresté ha planteado a su formación un viaje en busca de lo inesperado con sólo algunas estructuras musicales y letras definidas. «La forma más natural para encontrarme con lo inesperado es hacer las cosas en directo. Por eso, llegamos al estudio sin conocer mucho las canciones. Lo escondí a los músicos para que no tuvieran tiempo de pensar ni juzgar. Eso nos dio mucha libertad y juntos nos tiramos al abismo», relata a ACN. A pesar de reconocer cierta sensación de «vértigo», el proceso ha supuesto una experiencia «agotadora pero de mucha comunión».
El disco con temas más alegres y diversidad estilística ha sido fruto del azar. No me planteé hacer un disco más luminoso que el anterior, salió así. Sí que se ha ampliado la paleta de colores de las canciones, hay más contraste. Hay más oscuridad pero más luz al mismo tiempo», sentencia.
«He encontrado más luz últimamente. Me he dado cuenta de que el universo está ordenado. Si no fuera así, la música no tendría espacio porque en definitiva esta es orden. Eso me ha hecho ver que todo el desorden que hay en mi vida es inventado porque la naturaleza de la materia es estar ordenado», reflexiona a ACN.
El eje vertebral del nuevo disco es una investigación en torno a la existencia humana y lo que las personas llevamos en nuestro interior. «Tengo la sensación que vivimos con mucho revuelo dentro nuestro, ya sea en el pecho, en la barriga o en la cabeza», explica. «Este alboroto en realidad es un idioma. Es nuestra agua hablándonos. Y es que al fin y al cabo estamos hechos de agua», añade.
Entendiendo que esta agua es «sensible» para Aresté la música ayuda a transformarla en otra cosa. «La música tiene un doble impacto porque hay una doble intencionalidad. Por eso es tan poderosa, nos puede hacer modificar la resonancia del agua y eso cambia todo el ser», concreta.
Otra de las reflexiones que plantea el último trabajo de Aresté es sobre la voz que obedecen las personas en cada momento y de si a menudo apostamos por aquel camino vital que queremos o bien transitamos un impuesto.
El disco arranca con la pieza La Barca, que trata sobre alguien que es libre porque ha descubierto las mentiras que se decía a sí mismo. «Se tiene que ser muy valiente para ser luminoso porque eso implica matar una parte de ti: la que no es constructiva», dice.
Otros temas destacados del disco son Sense eix, la canción más delicada y conmovedora del álbum que mezcla folk y soul o Un idioma nou, con paisajes eléctricos, serenos «ideales para escuchar en la carretera». El disco se completa con la tragicomedia Des d'aquí veig ca teu, la jota medio africana Nassos de paper o la apoteósica La Riuada.
En un clima social de inmediatez constante, multitud de impactos y ciudades frenéticas, Aresté cree que la gente vive la vida «como si el alma no existiera». «La idea del alma ha sido capitalizada durante mucho tiempo por la iglesia. Han tenido el monopolio del alma. Al superar la iglesia parece que hayamos dejado de lado todo eso y el alma se ha quedado huérfano», lamenta. Por eso, el músico cree que hay «que «edificar» el alma y que eso es clave para no ser infeliz.
«Buscamos constantemente soluciones fuera de nosotros. Tenemos un alma y es capaz de transformar el mundo y a nosotros mismos. Aquí empieza el verdadero viaje de empoderamiento», describe a ACN.
De hecho, el músico ya hace más de 5 años que se marchó de la Barcelona «frenética» para establecerse en el municipio natal de donde se marchó «por patas». En Flix, Xarim Aresté ha encontrado el espacio para enfrentarse con aquellas cosas que «no quería ver» y sanar su interior.