Economía
La nuclear Ascó I genera la energía eléctrica que consume la ciudad Barcelona durante 23 años
La planta alcanza los 300.000 GWh aportados a la red, la cuarta instalación eléctrica en España en conseguirlo
La unidad I de la nuclear de Ascó (Ribera d'Ebre) ha alcanzado recientemente los 300.000 gigavatios hora (GWh). Con 30 ciclos de operación ha generado tanta energía como la que consumiría la ciudad de Barcelona durante 23 años.
Es la cuarta instalación de producción eléctrica en España que consigue esta cifra, detrás de las dos unidades de la nuclear de Almaraz (Cáceres) y de la central de Cofrents (Valencia).
Los tres reactores operados por la Asociación Nuclear Ascó - Vandellòs (ANAV) suman 875.000 GWh generados desde el inicio de las operaciones. Ascó I y II y Vandellòs II han producido la energía de los 18,8 millones de hogares españoles durante más de 13 años. El año pasado cubrieron el 8,8% de la demanda eléctrica española y hasta el 59% de la catalana.
En agosto se cumplirán 41 de la puesta en marcha de la nuclear Ascó I y desde entonces ha tenido un factor de carga global de más del 84% en estas cuatro décadas de funcionamiento. El factor de carga es el porcentaje de energía eléctrica producida en relación con la que se habría podido generar funcionando al 100% de potencia en todo momento.
ANAV destaca que la energía nuclear «está exenta» de emisiones de gases de efecto invernadero y Ascó I «ha permitido evitar la emisión de cerca de 198 millones de toneladas equivalentes de CO2». Los tres reactores han evitado la emisión de 575 millones de toneladas de CO2, dos años de emisiones de los gases de efecto invernadero que se producen en España.
La asociación trabaja «para operar de manera segura sus tres reactores a largo plazo». La inversión anual por planta es de más de 30 millones de euros y señala que «la mayor parte de los componentes de las centrales ya no son los originales». También destaca el «completo proceso de relevo generacional». Los trabajadores que pusieron en marcha y operó las plantas durante las primeras décadas de funcionamiento han sido relevados «por un equipo humano que tiene una media de edad de 46 años».