Seguridad
Unos 150 efectivos de la UME participan en un simulacro en la central nuclear de Ascó
El último ejercicio de descontaminación de vehículos y personas ha involucrado una cuarentena de trabajadores de la planta
Unos 150 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han puesto a prueba la coordinación con los trabajadores de la central nuclear de Ascó en una semana de simulacros de diferentes tipos. El último ejercicio, centrado en la descontaminación de vehículos y personas, ha involucrado una cuarentena de trabajadores de la planta este jueves.
El año 2015 se hizo el primer simulacro de estas características en Ascó, en el que participan tanto efectivos militares como bomberos de la central nuclear y miembros de la plantilla. Se trata de un simulacro de carácter anual, que cada año se hace en una instalación diferente. Según el delegado del gobierno español en Cataluña, Carlos Prieto, estas prácticas demuestran «que los planes de prevención funcionan».
Los ejercicios conjuntos que se han llevado a cabo en la central nuclear de Ascó forman parte del simulacro iniciado lunes y que se ha alargado hasta este jueves. Así, hasta la planta se han desplazado unos 150 efectivos del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales de la Unidad Militar de Emergencias, que han puesto a prueba la organización de respuesta en caso de una hipotética emergencia nuclear en que se requiera su actuación. Según el teniente coronel Luis Fernando Marcén, estas operaciones les permiten preparar las capacidades que podrían aportar en el plan de emergencia de la demarcación de Tarragona en caso de ser necesario.
Entre otras actuaciones, se han hecho reconocimientos radiológicos a pie y con el uso de drones en apoyo al Plan de Vigilancia Radiológico en Emergencias (PVRE) de la central, se ha apoyado a los bomberos de la planta en la extinción de incendios y se ha practicado el transporte de heridos y reconocimientos con helicóptero. También se han hecho ejercicios relacionados con el medio ambiente en caso de vertidos en el río Ebro y tareas de descontaminación, tanto de material como de trabajadores. De hecho, este último ejercicio ha sido el que ha cerrado la semana de simulacros, con la participación en esta ocasión de unos cuarenta trabajadores.
Ejercicio de descontaminación
Así, este jueves por la mañana se ha simulado una emergencia nuclear donde se ha requerido la descontaminación de un vehículo, así como el triaje y posterior descontaminación de varios trabajadores y material sensible. Los miembros de la UME se han encargado de hacer la criba de los empleados afectados y la correspondiente ducha con agua y un elemento descontaminante para garantizar la seguridad de la planta y de las personas.
El conjunto de ejercicios se enmarca en el protocolo de colaboración entre el conjunto de centrales nucleares del estado español y la UME, firmado el 2013. Dos años más tarde, el 2015, se hizo el primer simulacro, precisamente en Ascó. El 2018 fue el turno de Vandellòs II, que volverá a acogerlo el 2026. El protocolo indica que estas actuaciones tienen carácter anual y se hacen cada año en una instalación diferente.
Con todo, el subdelegado del gobierno español en Cataluña, Carlos Prieto, ha puesto énfasis en la «capacidad de trabajo» entre los diferentes equipos involucrados en estas tareas. A la vez, Prieto ha remarcado que la central nuclear de Ascó es una instalación «muy segura», si bien también ha reiterado la importancia de estar «absolutamente preparado» ante hipotéticas emergencias nucleares.