Sociedad
El Govern declara Bien Cultural de Interés Nacional el puente ferroviario giratorio de Móra la Nova
La declaración forma parte del proyecto de protección de ejemplares singulares de la historia del transporte viario de Cataluña
El Gobierno ha aprobado la declaración del puente ferroviario giratorio de Móra la Nova (Ribera d'Ebre) como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Es un elemento «de notable valor» de la arqueología industrial, porque evoca y mostrar los antiguos procedimientos de trabajo de la operación ferroviaria y las antiguas locomotoras de vapor, y porque hace «evidentes los grandes cambios» de las últimas décadas.
La declaración BCIN de este elemento ferroviario forma parte de un proyecto de protección de ejemplares singulares y emblemáticos de la historia del transporte viario de Cataluña. El de Móra la Nova es de uno de los seis puentes giratorios que se conservan en Cataluña y es el único «funcional» en el país. Fecha de 1922 y prestó servicios hasta los años sesenta en Puente Genil.
El puente giratorio es un elemento de la época de la tracción de vapor en el ferrocarril. Tenía la doble finalidad de girar 180 grados las locomotoras de vapor, cuando llegaban al final de su trayecto, y de distribuir las locomotoras a los cocheros. Se les conocía como «rotondas» y eran propias de los antiguos depósitos. Aunque existían otros sistemas para invertir el sentido de las locomotoras de vapor, los puentes giratorios permitían un gran ahorro de espacio, además de ser el sistema «más común y sencillo de operar».
De Córdoba a Móra la Nova
El puente giratorio de Móra la Nova lo construyó la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, y estuvo en funcionamiento en Puente Genil (Córdoba) desde 1922 en los años 60. En los años 80, Renfe lo trasladó a un depósito de Granada. El año 2008, la Fundación para la Preservación del Patrimonio Ferroviario e Industrial lo adquirió y lo trasladó a Móra la Nova. Lo restauraron y lo colocaron en el foso que ocupaba el puente que había existido hasta 1983, cuando fue desguazado, una estructura que fecha de 1918.
El puente giratorio de Móra la Nova se inauguró en el 2010 y continúa operativo en las instalaciones del centro de interpretación del ferrocarril del municipio. Se ubica en un foso circular perimetral con muro de sillares de piedra calcárea de la zona. La forma del foso es cónica para permitir la salida de las aguas pluviales y en el centro tiene una base circular con un pivote, donde se articula el puente metálico giratorio. Otro muro anterior, recrecido unos centímetros con hormigón y coronado por un carril, equilibra el puente con un soporte adicional y le permite dar el giro.
El puente consta de una estructura metálica con dos grandes vigas horizontales paralelas, de unos 2 metros de canto, unidas por unos travesaños de acero. A la parte superior hay un tramo de vía a lo largo de toda la longitud del puente y, en la parte inferior, hay un pivote que encaja con la base fija que está en el fondo del foso. Dos parejas de ruedas en el carril fijo circular equilibran el conjunto y permiten el movimiento rotativo.
El conjunto se complementa con unos volantes que permiten el bloqueo del puente una vez está encarada la locomotora hacia la vía fija en la cual se quiere maniobrar y evita así posibles descarrilamientos. Durante los años cuarenta, el puente se dotó de un motor eléctrico, pero en el proceso de restauración se eliminó la cabina de accionamiento eléctrico y se recuperó el accionamiento manual original.