Si los animales votasen
Regidor de Ciutadans a l’Ajuntament de Reus
El pasado 1 de febrero se celebró en Riudecols un Consejo de Alcaldes con la intención de tratar diferentes asuntos referentes a la comarca del Baix Camp. Uno de los temas objeto de su atención fue el proyecto de construcción y gestión de una perrera comarcal con fondos públicos. La inversión tenía que llegar, por una parte, del propio Consell Comarcal, aglutinando a todos los ayuntamientos de la comarca con menor población y, por otra parte, de los consistorios de Cambrils y de Reus, por tener éstos la gestión y recogida de animales entre sus propias competencias.
Es curioso que cuando se presentan iniciativas de este tipo, tan sensibles por la carga emocional que conllevan desde el punto de vista humanitario, todos los políticos y sus respectivas formaciones, sean del color que sean, se suben al carro de la propuesta, sabiendo en muchos casos que no se llevará a término, falseando de alguna forma las esperanzas o expectativas de colectivos dedicados desinteresadamente y en cuerpo y alma al cuidado y protección de los animales. ¿Por qué digo esto?, se preguntarán ustedes. Pues bien: parece ser que algunos alcaldes y sus equipos de gobierno se ponen los primeros para salir en la foto y, sin embargo, brillan por su ausencia cuando tienen que poner los fondos para la realización material del proyecto de la perrera comarcal.
Si, cuando en el mencionado Consejo de Alcaldes los responsables máximos de los municipios del Baix Camp preguntan qué grado de implicación piensan tener en el proyecto Reus y Cambrils para la consecución de tal empresa, los representantes de estos municipios no abren la boca, como si el tema no fuera con ellos, se sobreentiende pues que no tienen ningún interés en poner la dotación presupuestaria que les correspondería y que se calcula por el volumen de animales gestionados, que en el caso de Reus sería aproximadamente del 40-50 por ciento del total de la inversión.
Por parte de la ciudad de Reus, después de haber analizado el borrador de los presupuestos de 2017, he de decir que en ninguna partida de dicho documento venía dotación presupuestaria para la perrera comarcal. Por tanto, nunca ha habido intención por parte del gobierno de Reus de colaborar para construir este equipamiento.
Ahora todo seguirá igual. Reus, Cambrils y el Consell Comarcal continuarán pagando ese servicio de forma externalizada y cada uno por su cuenta, en vez de unificar esfuerzos y recursos para abaratar costes y ejercer un mejor control sobre la gestión y recogida de los animales. En definitiva, no es una prioridad para estos alcaldes y gobiernos solucionar esta problemática, probablemente porque los perros no pueden votar. Pero se olvidan de que los amantes de los animales también pagan impuestos y tienen el mismo derecho que los demás a que se les escuche, y no sólo para quedar bien con ellos.
Como dijo Gandhi, «la grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que ésta trata a sus animales».