Tribuna
El Centre d'Art
Exregidor de Cultura de Tarragona
Nuestra ciudad y su entorno, ya desde Tarraco, posee larga tradición como cuna de buenos artistas. Debería nombrarlos individualmente, pero resultaría imperdonable olvidarme alguno. Consumiendo recuerdos propios con avidez, como ejemplo histórico cercano, quiero señalar al afamado pintor Nogué Nasó, y el escultor Saumells, ambos de talla internacional, que por mi ventura fueron profesores del último curso en la Escucela de Arte de la Diputación. De aquel año recuerdo servidumbres y rarezas de la época. Siendo el alumno mas avanzado, no podía asistir a la clase semanal con modelo desnudo por ser menor de edad, también esa razón impidió realitzar mi sueño, la beca otorgada de estudio en Florencia.
En fin, apeado de aquella utopía, la noticia municipal sobre Recreación del Centre d’Art me movió escribir sobre arte. Es de agradecer que el Port –coto cerrado durante el franquismo– haya ayudado a la Ciudad desde el advenimiento de la democracia y ahora ceda al Ayuntamiento el Tinglado 2 para exposiciones conjuntas. No es novedad, la noticia recreacional se intentó dos veces, la primera cayó enseguida y la segunda murió, el pobre.
En ésta tentativa, al parecer definitiva, no se describe anteproyecto, presupuesto ni calendario de ejecución, solo título y una exposición. Entiendo la prudencia informativa, no sea que ocurra como con la Tabacalera, que durante diez años de propuestas e ideas, ha estado sumida a una vacía, lenta y minuciosa degradación a la espera de destino. ¿Son inversiones devoradas por los Juegos Mediterráneos?
No quiero incomodarme. Serenado aludiré al arte en Roma y Tarraco. El caràcter romano se inclinaba por la suntuosidad de la arquitectura, escultura e ingeniería. En pintura, antes de Cristo se instalaron en Roma pintores griegos, destacaba aquel Fabio, pintor de batallas admirado por Adriano y en tiempo de Augusto dominó el pintor Lucio. Del sigloI se han hallado pinturas al temple sobre mármol, madera, marfil, barro y frescos en muros interiores. El arte del mosaico, de origen oriental, que ya empleaban siglos antes los egipcios y asirios, fue adoptado por los romanos. En principio, en blanco y negro, después empleando un alegre dispendio de colores. En el reinado de Constantino adquirió fuerte importància, aquellas piedrecitas (teselas) enriquecieron pavimentos, paredes y bóvedas de las casas opulentas, como en la villa de Adriano, que disfrutaba de un hermoso mosaico representando animales, se exhibe en el museu Capitolino. A semejante altura artística, en nuestro Museo Arqueológico se puede admirar el magistral mosaico de los Peces, creo necesario considerar que fué encargado para suntuosa estancia a un buen taller de artistas de Tarraco conocedores de la diversidad de nuestras especies. Esa línea de continuidad artística degraciadamente acabó en el siglo V. Las invasiones en casi todas las provincias romanas, como la nuestra, provocó la destrucción y desaparición de mosaicos en interiores, a pesar del afán con el que los acomodados escondían sus riquezas. Solo la Iglesia consiguió mantener alguna de esas obras de arte. Por suerte, de la época de Tarraco tenemos aquí, aunque deteriorado, un ejemplo modélico de pintura interior y belleza majestuosa con mosaico hemisférico que son valorados artísticamente como de vanguardia en la época y necesariamente debo suponer que fué realizado por nuestros artistas. Se trata de la villa romana de Cencelles. En 1572 el escritor e historiador Ponc d’Icart, para situarla, describe que antiguamente desde Tarragona el viajero se dirigía a ella por un camino paralelo al Francolí, o sea el Camino Real de Tarragona a Lérida. Y en 1877 el arqueólogo Hernandez Sanahuja sugería que podía ser la sede de la guardia pretoriana de Adriano. El destino de la villa no està claro, atribuida a residencia suntuosa temporal o representativa.
Quizá debido a un inesperado suceso, manteniendo la zona construïda, acabó como monumento funerario ¿Sepultura imperial del hijo de Constantino? El mosaico de la hermosa cúpula –su construcción parece precursora en Europa de la técnica romana empleada en oriente– es impresionante. Las pinturas, por desgracia muy deterioradas, denotan escenas de un regio anàlisis social. En conjunto representa una cacería, con miembros de la corte Imperial, incluyendo hermosos caballos y servidores. Estan representadas las cuatro estaciones sobre un paisaje con diversos fondos. En conjunto, bien armonizado y engalanado con ornamentos elípticos y volutas, realizado a la perfección con mnúsculas teselas de vivos colores. Técnica pulcra digna de un taller –deduzco tarraconense– considerado de lo más cualificado. Detalle atrayente es el grupo de caras, probablemente retratos de conocidos cazadores o políticos y la figura de una dama noble de rostro hermoso, luciendo una ristra de perlas en el peinado. Recomiendo visitar el monumento, està ahí, muy cerca.
Tarragona, ciudad rica en todas las ramas de expresión artística. Celebro que el Ayuntamiento disponga de una nueva sala de exposiciones, pero de eso a Centre d’Art, en mi oinión hay una gran distancia conceptual. Opino que ese organismo debe ser un centro que acoja y ayude a nuestra família artística. Situándose como foco de relación cultural, donde creadores y teóricos proyecten y formen grupos de promoción e información al ciudadano sobre las nuevas tendencias, relacionador entre lo que es bello y comprensible en pintura, escultura, mosaico, diseño gráfico, ceràmica, fotografía, interiorismo, tapiz, esmalte, artesanía, poesia visual y otros. Que organice mesas redondas y conferencias monográficas. Estimulador involucrando a artistas, estudiosos, espectadores, profesionales, centros culturales, instituciones y escuelas. Con biblioteca especializada y editor de publicaciones formativas. Organizador de intercambios culturales con otros centros nacionales y divulgador de principios estéticos. Finalmente que, además de enriquecer la ciudad proyecte internacionalmente la imagen de una Tarragona artística y sus creadores, que ya se lo merecen. Para terminar, aunque acostumbrado a controlar emociones, me ha dolido que el Ministerio de Cultura denegara la ayuda del 1,5 cultural solicitada para el Banco de España alegando que no encaja en su programa. ¿Quizá proponiendo allí el Centre d’Art hubiéramos tenido mas suerte?