De Fraga Iribarne a Pablo Casado

Son casi cuatro las décadas de Congresos Nacionales de Alianza Popular al Partido Popular y de Manuel Fraga Iribarne a Pablo Casado.

Si hacemos un breve trayecto podemos ir desde el Congreso en el que nace Alianza Popular, (procedente de los cinco partidos de los siete que constituyeron en su día una federación), y que presidió Federico Silva Muñoz, contando como Secretario General con Manuel Fraga Iribarne; a este último de este fin de semana en el que coge el relevo en la presidencia del partido Pablo Casado.

Algunos han sido congresos de continuidad. Otros, sin duda alguna, han marcado la historia del Partido Popular. Podemos recordar el VI Congreso Nacional, en 1986, donde Fraga Iribarne dimitió acompañado por unos resultados electorales que marcaron mucho su liderazgo.

También debemos centrarnos, como momento destacado de la historia popular, en 1987, año en el que se celebró el VIII Congreso Nacional. Por primera vez dos candidaturas se disputaban el liderazgo. Por un lado Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, en cuyas filas se encontraba la figura de José María Aznar. Enfrente, el populista Antonio Hernández Mancha, presidente de AP Andalucía, y que se presentaba como el antídoto perfecto al entonces carismático Presidente del Gobierno Felipe González. La historia es conocida: ganó Hernández Mancha y su trayectoria enfrente del Partido llegó hasta la moción de censura en la que Alfonso Guerra le dio un soberano varapalo dialéctico.

En dos años encadenados dos Congresos importantes. 1989: Manuel Fraga Iribarne vuelve a la presidencia del Partido. La fecha sirve de punto de partida de la refundación , del paso de Alianza Popular al Partido Popular. Y Sevilla, en 1990, donde Fraga Iribarne pasa el testigo a José María Aznar en lo que se entiende como la culminación de este proceso de refundación, quien a su vez se acompañaba del político de Terres de l’Ebre, Juan Manuel Fabra Vallés. Fueron tiempos de responsabilidades de gobierno y de excelentes resultados electorales.

Tiempos que nos llevaron al XV Congreso del Partido en 2004, en el que Mariano Rajoy se impone sobre Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja. Es recordado el famoso «yo no tengo recomendaciones» del hasta hace poco más de un mes Presidente del Gobierno. Esta frase no puede ocultar el apoyo discreto pero significativo de José María Aznar. Otra cosa diferente seria si hoy Aznar lo haría de nuevo.

La historia más reciente es por todos conocida. Un gobierno en minoría en el que el presidente Rajoy tuvo que lidiar con una situación política tremendamente complicada: un alzamiento separatista en Cataluña. Después la moción de censura, que lo desaloja de Moncloa , y su posterior dimisión como Presidente del Partido. En este escenario llegamos al XIX Congreso Extraordinario de este fin de semana donde se estrena por primera vez la doble votación, la de los afiliados y la de los compromisarios.

Los afiliados tuvieron la oportunidad de votar a seis candidatos. El corte dejó solo a dos finalistas y por el camino se quedaron rostros tan conocidos como el del exministro Margallo o el de la exsecretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, quien representaba a lo que se conoce como el aparato del partido. Esta primera vuelta tuvo como ganadora a Soraya Sáenz de Santamaría que representaba la experiencia de gobierno más reciente. En la segunda vuelta , llegado el turno de los compromisarios, Casado se impone con el 57% de los apoyos, alcanzando la presidencia el que llegó como candidato emergente y que ha acabado representando la refundación, la regeneración y la renovación. Soraya sabía que no tenía mucho que esperar de Margallo y de Cospedal, seguramente por una cuestión más propia de rencillas personales pero, en fin, es lo que pasa siempre cuando se anteponen los intereses personales a los colectivos.

Pablo Casado inicia una nueva etapa acompañado de un tarraconense en su comité ejecutivo, Alejandro Fernández. Alejandro ha sido el encargado de buscarle a Pablo la mayoría de apoyos en Catalunya. Con Casado se inicia una nueva y esperanzadora etapa en el Partido Popular con la garantía que continuara conseguiendo éxitos y donde podamos con orgullo observar quienes hemos fundado este partido que continua vivo en la sociedad española, mi deseo es que se parezca más a la de José María Aznar que a la de Antonio Hernández Mancha.