Ayer me senté en el sofá con las palomitas y la mantita. Ya sé que hace calor, pero después de ver que Estrasburgo empieza a hacer el tonto me ha cogido frío. Entonces, pulsé el botón del mando a distancia para ver el canal de Graset y saber cómo afrontaba Marchy el tema de los videos del procés. Me quedé dormido, porque, como no se puede hablar mientras se ven las imágenes, a ver quién aguantaba con los ojos abiertos. Me despertó la alarma. Os lo explico. Tengo un sistema de seguimiento GPS pegado en los bajos de los coches de Ballesteros y Ricomà. En el momento en que los dos vehículos se acercan porque, por ejemplo, coinciden en el parking del Sol Ric, suena la alarma. El único problema del sistema es que si deciden pasear cogidos de la mano por el Campo de Marte, entonces, tendría que llamar a Villarejo. Entenderéis que tengo que estar al corriente de Juego de Tronos. Imaginad que les falta un consejero de mi partido @RiemUnits, y me pillan sin haber pasado por la peluquería, como la fiscal-laca. Estamos en una quincena entretenida, de aquellas que nos gustan a los periodistas. Cada vez que me cruzo con alguien le pregunto quién cree que ocupará la presidencia en los plenos, y todos me contestan algo diferente. No me extrañaría ver en un titular que Begoña es la próxima alcaldesa. Creo que no hemos tenido nunca una mujer mandando. Vale, vale, perdón, en casa sí, me refería al Ayuntamiento. ¡Ostras! Que se me ha olvidado explicar el titular… pues eso, que sólo faltaban los anuncios de Movierecord y el NO-DO. No sé quién será alcalde, pero el Goya al mejor montaje será para el fiscal que no sabía ni qué peli estaban viendo.