Los formatos televisivos cada vez son más ingeniosos. Lo he pensado viendo una promo del «Personaje infiltrado», con la gran Júlia Creus, a la que conoceréis como una artista hija de un artista. Ey! ¡Que su padre lee cada día este artículo! Yo creo que este programa se tendría que extender a otros campos menos domésticos. Por ejemplo, iría bien que se grabase dentro de los Mossos d’Esquadra. El concursante tendría que adivinar quién es del Club Super3 y quien de los Chiripitifláuticos. Ya nos entendemos, ¿No? Las pruebas sería una cata de vinos a ciegas donde se tendría que adivinar donde está la garnatxa entre otras variedades como el «palomino» o el «palo corto». También estaría bien ver las habilidades jugando a la piñata, donde se valoraría la capacidad para utilizar el palo golpeando a los «colgados» en zonas altas. Finalmente, el premio se lo llevaría el concursante que adivinase de qué «palo» va Trapero, que creo que le gusta más el Capitán Tan que Tomàtic.
¿Y si llevamos esto del personaje infiltrado a los ayuntamientos, o, mejor, a los partidos? Imaginad Ciudadanos el juego que daría. Saber quien tararea a Malú pero por dentro canta por Paco Ibáñez sería uno de los retos. El minuto de oro de audiencia sería cuando Girauta cantase al CEO naranja aquello de «Me has enseñado tuuuu…» con lágrimas en los ojos. Cuando escribo estas cosas siempre pienso que tengo que ir con más cuidado, porque el mundo político está loco. Es decir, que como de aquí a cuatro años mande Viñuales o Martín (¿Ves, María Elisa? Hoy no hablo de ti) tendré que coger aquel hatillo de Charlot y empezar a caminar hacia Reus moviendo el «palo» selfie.