Tribuna
La llar de jubilats del Pilar, en peligro
Regidora del grup municipal del PP a Tarragona
Políticas sociales y participación ciudadana son dos de los puntos más repetidos por ERC y En Comú Podem para justificar su reciente pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Tarragona. Pero del dicho al hecho, hay un trecho: una de las primeras decisiones políticas en materia de servicios sociales del nuevo equipo de gobierno ha sido anunciar un posible cierre del Hogar del Jubilado del barrio de El Pilar-Eixample.
El Partido Popular de Tarragona quiere mostrar su preocupación y ponerse al lado de los vecinos del Pilar ante una opción que está en las antípodas de velar por el progreso y de desarrollo personal y social, ni de atender y dar el espacio que merecen nuestros mayores. Cerrar un equipamiento de estas características supone que el nuevo equipo de gobierno de Tarragona prescinde, ya en el inicio de su andadura, de promover el envejecimiento activo y la mejora de la calidad de vida de nuestros mayores, de los mayores del barrio de El Pilar.
Tarragona se adhirió en 2014 a la Red mundial de Ciudades Amigas de las Personas Mayores, un proyecto de la Organización Mundial de la Salud que implica un compromiso firme para trabajar en la creación de entornos estimulantes y adaptados con el objetivo de mejorar la calidad de vida, la autonomía y la participación en la sociedad de las personas mayores.
El Partido Popular de Tarragona defiende que los hogares del jubilado de nuestra ciudad cumplen una función imprescindible para el cumplimiento de este objetivo. Los 14 equipamientos municipales comparten el compromiso de promover la convivencia, la solidaridad, la ayuda mutua y la participación de nuestros mayores, generalmente mediante la organización de actividades culturales, deportivas, de desarrollo personal y de tiempo libre.
Nuestro desconcierto es doble, puesto que dicha decisión, además, no ha sido trabajada con los propios usuarios del Hogar del Jubilado, ni en ámbitos de participación ciudadana consolidados tales como la Asociación de Vecinos de El Pilar o el Consell Municipal de la Gent Gran. Contamos con un gobierno que se jacta de querer fomentar la participación ciudadana hasta el punto de tener dos Concejalías que dedican recursos humanos y materiales a ello, pero que decide de forma unilateral y nada participativa que un barrio de Tarragona se quede sin un equipamiento municipal que aporta un valor social incuestionable: el de acompañar a los jubilados y pensionistas de El Pilar en su crecimiento personal y social.
Por estas razones, nos oponemos a dicha propuesta de cierre, y nos preguntamos cuál es la verdadera causa por la que el gobierno municipal desea cerrar un espacio de encuentro y desarrollo personal que cuenta además con un buen número de usuarios. Quizá el nuevo alcalde no esté contento con el porcentaje de voto que obtuvo en el distrito de Torreforta. Quizá los dos concejales de ECP hayan olvidado ya el apoyo electoral que les aupó al Salón de Plenos. Quizá el nuevo equipo de gobierno tenga otras prioridades para el uso del local municipal que acoge a los jubilados de El Pilar, y para ello sea necesario echar a los actuales usuarios de dicho local. Quizá para ERC y ECP la participación ciudadana no sea el armazón que ha de sostener las políticas municipales, sino más bien una lona que, a modo de trampantojo, pretende engañar y confundir al ojo discreto y cubrir con visos de realidad la primera decisión política del gobierno en materia de asuntos sociales: proponer y proponerse el cierre de un hogar del jubilado en el área de Ponent.