El «fet divers» no quiere decir que un día estés en el mercadillo de Bonavista vendiendo ropa íntima y al día siguiente de jefe de prensa del jefe de prensa de Carrizosa. En periodismo catalán, el «fet divers» se refiere a los sucesos, y diría que, como los croissants y las baguetes, viene del francés. Los que ya tenemos el pelo como Carrero y trabajamos en el hecho diverso, estamos viendo un tipo de noticias que parece que se las haya inventado un tipo que se ha tomado una raya de coca, una seta alucinógena y después un Chartreuse caliente. Hace días que sigo el caso de una mujer de Cantabria que… pongo los titulares: «Encuentran la cabeza de un hombre dentro de una caja de cartón» (rollo Seven), «La caja con la cabeza debía contener consoladores», «La mujer de Castro Urdiales hirvió la cabeza de su pareja», «La mujer de Castro Urdiales arrancó la carne de la cabeza de su novio», «Castro Urdiales: la empleada del hogar lanzó el cuerpo decapitado a la basura», «La cabeza de Jesús María fue hervida para arrancarle las partes blandas»… cuando la criminal ha empezado a repartir entre las vecinas croquetas de carne, he tenido que dejarlo. ¡Madremíadelamorhermoso con la caja misteriosa de MasterChef!
He ido de rodillas a la ermita de la Salud para prometer que nunca más comeré croquetas. Al volver a casa he visto otro titular: «Una abuela mata a tres personas y las convierte en pasteles de carne para los vecinos». Era en Rusia, pero debía ser amiga de la de Castro Urdiales, porque también repartió empanadas y pasteles por el barrio. La próxima persona que venga con un recipiente de plástico a ofrecerme participar en el banquete, lo mandaré a hacer puñetas. ¡Excepto si es una urna, claro!