Los que trabajamos cada día con noticias de sucesos estamos habituados a ver de todo. No es fácil sorprendernos. Os recuerdo que tengo compañeros de trabajo -periodistas- que han pasado por la cárcel por asesinato. ¿Que me falta ya por ver? Bueno, sí, que el Picapiedra y el Maño firmen el jueves un decreto para convocar un referéndum i decidir si a Jorge Javier Vázquez le sobran algunos quilitos. Si habéis mirado la Wikipedia para saber quién es Vázques es que sois personas cultas.
Pues los que trabajamos con temas policiales nos pasamos el día viendo como pasan droga en calcetines, en contenedores del puerto, dentro de plátanos, en cochecitos de niño… Curiosamente, los que entra en el país en urnas no las descubren. Pero en medio de toda esta sobredosis de incautaciones y de creer que los traficantes ya no podían ser más originales, ayer quedé paralizado al leer que han encontrado en Vigo un submarino cargado de cocaína. Ya sólo nos queda que se descubra que realmente las misiones espaciales rusas tienen como objetivo científico crear plantaciones de marihuana en la Luna. ¡Calla! Que acabo de leer que Putin está escandalizado por los robos millonarios que ha sufrido un cosmódromo. Dice la noticia que no sabemos si conseguirán llegar a Marte, pero que, de momento, sí que han llegado a un planeta más conocido: el «Corrupto 155», no muy lejos del sol, más concretamente de la Puerta del Sol. Mientras tanto, aquí en Cataluña vamos por delante en proyectos astronómicos, porque muchos están ya en la Luna. No descarto encontrarme algún «entrajado» sobre la hierba de la Ciutadella con un cigarrito de la risa gritando «¿Por qué me pide la palabra señor Carrizosa?».