Diari Més

Creado:

Actualizado:

Creo que debe haber algún ser superior, pongamos por caso San Linotipio, que desde arriba va colocando a los periodistas en el escenario de hechos para que podamos lucirnos algunas veces, y otras, para protegernos. Ayer recordé aquel 8 de mayo de 1992 en que iba en moto por la N-340 procedente de Vila-seca cuando dentro del casco oí una explosión que me hizo girar la cabeza a derecha e izquierda buscando dos camiones que hubiesen chocado. Lo que había pasado es que, a unos 500 metros, había petado Tedesa, una empresa cercana a la que el martes sufrió el accidente. A la ventaja de ser el primer periodista en entrar en aquel desastre de tubos, se unió la desventaja de que casi me quedo sordo. Eran tiempos en que teníamos la suerte de no tener móviles, los teléfonos de empresa no funcionaban y en la redacción nadie sabía que había un redactor suyo en la sede de la noticia. También me he acordado que ahora hará unos doce años descarriló un AVE a tres metros de la pared de la empresa donde trabajaba, en el Prat de Llobregat.

Pero eso no sólo me pasa a mí. El otro día me explicaba Esteve Giralt que estaba de vacaciones en Cuba cuando Fidel Castro dejó el poder en manos de su hermano. No, no es que lo dejase en manos del hermano de Esteve, quiero decir de Raúl Castro. Recuerdo a un becario que estaba en Londres cuando murió Lady Di y también, hace poco, en Nueva Zelanda, había un reusense, Aleix Cort, cuando estalló aquel volcán. En cambio, el santo me apartó de la cárcel de Tarragona cuando los presos preguntaban por mí en un motín. San Linotipio hizo también que dejase unos años el periodismo para hacer de humorista. No se yo si este santo anda fino.

tracking