En las bibliotecas encontraréis un libro que se titula «El CSI Español», escrito por una servidora. Se agotó rápido. Me refiero al autor, no al libro. Lo escribí yendo a la Policía Científica de Madrid. En aquellos días investigaban los atentados del 11-M en aquel edificio de Canillas, pero yo no tenía acceso a las gestiones del caso. El 11 de marzo de 2004 trabajaba en la televisión de Andorra, en un programa que se titulaba «12 Punts», una coproducción con TV3. No encontraréis ningún video mío haciendo un personaje en pantalla, lo borré de los archivos, avergonzado. En el mundo de la comunicación tienes que sobrevivir haciendo de todo, y aquello era «todo». Os reproduzco el guion: «Andorra, Exterior, día, piscina redonda envuelta de nieve, en Caldea. Moisés vestido con una bata del cole y maquillado como un niño, con pecas, toca la armónica y discute con Santi Millán. Forcejean y los dos caen vestidos en la piscina. Moisés saca la cabeza del agua y toca la armónica. Fin». Era extraño combinar el mundo policial y el teatro cómico, pero era así. En aquellos días salió el libro al mercado y empezaron a llamarme de radios para entrevistarme por el 11-M. Sólo había un problema: que yo no sabía nada de los atentados. Iba de la COPE a Radio Nacional y de allí a Onda Cero… hasta que supe que el editor había puesto una faja donde se leía «Los métodos policiales utilizados para resolver el 11-M». Lo habían hecho para vender más libros en la Feria del Libro de Madrid. Así fue como me convertí en un especialista a quien llamaban desde Madrid para preguntar quien había quemado el edificio Windsor o quien había matado a Marta del Castillo. Así que cuando veáis un «especialista» en una tertulia, pensad en el Moisés tocando la armónica.