Objetivo único: proteger la vida de las personas y derrotar al virus

Mis primeras palabras, en nombre de todo el Partido Socialista, son de reconocimiento al gran trabajo que están haciendo los profesionales de la salud, los investigadores que trabajan contra reloj para encontrar una vacuna al virus, los servicios de emergencias, cuerpos de seguridad, etc. Así mismo queremos reconocer también el sacrificio de miles y miles de autónomos y de pequeños empresarios que están realizando un gran esfuerzo en su actividad profesional para lograr parar la difusión de la enfermedad.

Gracias, gracias sinceras y de todo corazón. Sois un ejemplo para todos y todas.

Se nos pregunta estos días cuál es nuestra política al proclamar el Estado de Alarma. Yo les digo: derrotar al virus y ganar esta batalla con los mínimos costes posibles. Esta es la política del Gobierno. Nos preguntan, ¿cuál es vuestro primer objetivo? Se resume en una afirmación: entre todos y todas, vencer el virus y derrotar la pandemia cuanto antes mejor. Cueste lo que cueste y con los sacrificios que sean necesarios.

Lo ha dicho el presidente Pedro Sánchez y lo reitero una vez más para que quede claro (porque es de sentido común): este esfuerzo no entiende de colores políticos, ni de ideologías, ni de territorios. Las personas, su salud y su vida, son la primero y no puede haber ninguna objeción sensata a algo tan elemental. Es por ello que el presidente está liderando la necesaria coordinación al más alto nivel para superar esta grave crisis provocada por el Coronavirus. Para ganar en eficacia y garantizar los resultados positivos.

No queremos frivolizar, ni despreciar la amenaza a la que nos enfrentamos. Los próximos días y semanas serán muy difíciles y todos tenemos como objetivo número uno conseguir frenar la curva de contagios. Debemos actuar con responsabilidad, pero sin miedo. Con disciplina social, pero sin fomentar el pánico. Como ha dicho también el presidente: debemos colaborar lealmente aunando esfuerzos porque el virus no distingue ni colores ni ideologías.

Así pues, este es el reto: primero, reducir la propagación del Coronavirus, después detenerlo y, finalmente, eliminarlo. Todos somos participes en esta lucha. Cada acción cuotidiana cuenta (por ejemplo, levarse las manos, respetar el confinamiento, etc.), sin este esfuerzo común no lograremos el objetivo. No os pedimos un esfuerzo para el Gobierno sino para preservar la salud de vuestros familiares, amigos, de nuestros mayores, de las personas más vulnerables. El reto es ingente pero el sacrificio vale la pena. Tarragona, Catalunya y el conjunto de España han demostrado estar a la altura cuando la situación histórica lo ha exigido. Ahora es uno de estos momentos y no podemos fallar. Y no fallaremos, estoy seguro.

También tengo que decir que como catalán me produce tristeza ver como el president de la Generalitat, Quim Torra, se niega a suscribir el compromiso asumido por todos (y subrayo: todos) los presidentes autonómicos (incluido el lehendakari del gobierno vasco) para coordinar y sumar esfuerzos para derrotar al virus. Esto no va de nacionalismos, president Torra, va de defender la salud y la vida de las personas. No se puede jugar con esto. Por no hablar del lamentable tweet de la señora Ponsetí (retuiteado por el señor Puigdemont) en que escribía «de Madrid al cielo» comentando una noticia sobre la difusión del virus en la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de casi 300 muertos señora Ponsetí… no se puede frivolizar ni hacer mofa de la vida de las personas. Realmente, en situaciones tan difíciles como esta, hay algunos y algunas que quedan retratados…

Pero no debemos desviarnos de lo esencial: tenemos que vencer al virus gracias al esfuerzo colectivo de todos y todas. Lo ha dicho el presidente Pedro Sánchez, el ministro de Salud Salvador Illa, y lo repito ahora, esta batalla la vamos a ganar. Cuántas más vidas preservemos, cuántos más enfermos y más días de enfermedad nos evitemos, cuanto menos tiempo de trabajo y de estudio sacrifiquemos, más rotunda será la victoria. El Gobierno no pide a nadie un sacrificio que no esté dispuesto a asumir en primera persona. Nuestra misión y determinación es máxima: proteger la vida de las personas y ganarle al virus.

En estos momentos difíciles siento que tenemos el derecho a reclamar la ayuda conjunta de todos y todas, sin distinción, en este esfuerzo común para derrotar al virus. Venga, pues, avancemos juntos, aunando nuestras fuerzas para pasar el temporal cuanto antes mejor.