No, no fardo de inglés, aunque en la academia siempre me reciben con un «¡Oh, my God», que quiere decir «contentos de que vuelvas». Como pronto seremos pobres, os he hecho un curso para llevarlo con dignidad: Lección 1: tu no eres pobre, tú haces Downshifting, que quiere decir que vives de forma sencilla. Practiquemos: «No, no tengo coche, porque estoy practicando el dauchifdin» Y si necesitas un coche, te compras uno viejo pero de una marca de lujo, por ejemplo, un Cadillac de mil euros. Puedes decir que eres un amante de los clásicos. Cool, moderno, diferente. Lección 2: No es que no tengas para comer, es que practicas el ayuno. Aprende que es la autofagia y menciona al Nobel Yoshinori Ohsumi para argumentar que si te comes a ti mismo en vez de un bocata de jamón, vives más sano. Lección 3: Tu no llevas un Nokia antiguo porque se te ha rogo el smartphone, tu eres un insumiso telefónico. No quieres que las grandes compañías te controlen. Lección 4: Tú te vas a pasar el verano a casa de tus tíos a un pueblo de mierda sin wifi donde sólo hay vacas y moscas. Pero, cuando vuelvas, dirás que has hecho una escapada rural a una ecovilla para reencontrarte con la naturaleza y comer real food ecológico. Lección 5: Tu vives en un quinto sin ascensor porque el médico te ha dicho que eso va cojonudo para la salud. Intenta que no te vean llorar cuando lo dices. Lección 6: Se resume en una palabra, Youtube. Córtate el pelo siguiendo un tutorial, ponte implantes en la boca, roba el wifi del vecino… Y busca un tutorial para ganar dinero que no sea ver la serie «Narcos». Finalmente, Wallapop es tu religión y el kiosco de la plaza Imperial Tarraco tu iglesia. Compra levadura de contrabando y tinte para el pelo. Si te ve alguien, le dices que comprar de segunda mano es reutilizar, colaborar con la naturaleza y ser ecológico. Estamos mal, ya lo sé, pero mejor que el papel higiénico no sea usado.