No es un gesto, son 7.600 millones

La naturaleza sigue un principio básico para su subsistencia: cada recurso debe ser reciclado. De esta manera la planta es alimento del herbívoro y éste a su vez lo es del carnívoro, que al morir sirve de alimento a la planta, cerrando el ciclo sin residuos y sin desaprovechar recursos.

Pero la humanidad aparece, lo revoluciona todo y crea la BASURALEZA. El antagonismo de la naturaleza. Recursos que después de su uso no son reciclados debidamente, y pese al esfuerzo de la naturaleza por hacerlos desaparecer, estos perduran durante años acumulándose con catastróficas consecuencias. El rey de esta basuraleza es el plástico, producido en masa durante años debido a su extraordinaria utilidad y versatilidad, que nos permite crear materiales opacos y duros como el PVC o transparentes y maleables como el PET. Por esto, hay quien habla de la edad del plástico. Este rey, que gobierna en el centro del océano pacífico norte un continente de basura tan grande como España, Francia y Alemania juntas -además de otras 4 islas-, le tiene declarada la guerra al resto del planeta. Estamos creando a nuestro principal enemigo. Un enemigo que causa la muerte de animales, es culpable de inundaciones por su acumulación, genera gases de efecto invernadero en su creación y destroza nuestros paisajes, entre otros. Pero también nos ataca de forma invisible: los microplásticos. El resultado de los rayos del sol y las mareas intentando descomponer un plástico mayor. Son refugio y transporte para microorganismos, flora y fauna, convirtiéndose en un vector de dispersión con nefastas consecuencias para otros medios. Además de esto, su presencia en el agua los hace ser ingeridos por animales marinos, estar presentes en la sal común e incluso en el agua embotellada y, por ende, en nuestro organismo, con posibles efectos negativos aún desconocidos.

Por el bien de nuestra naturaleza, el futuro de nuestro planeta y nuestra salud, debemos acabar con este reinado, pasar de la edad del plástico a la edad del reciclaje. Por insignificante que parezca nuestra acción, sus consecuencias son terribles. ¡Somos más de 7.600 millones de humanos! 7.600 millones de personas que tenemos la opción de reciclar. 7.600 millones de personas que podemos pensar «solo es una bolsa…». ¡El cambio pasa por nosotros! Lo más básico pasa por RECICLAR, el plástico y el resto de los desechos. Y no, luego no se mezcla todo. Debemos REDUCIR lo máximo posible los plásticos de un solo uso (vasos, pajitas, etc) y priorizar la compra de plásticos ya reciclados o sustitutos de cartón, cristal o aluminio. Y…¡REUTILIZA! Dale otro uso al plástico que ya tienes o intenta comprar plásticos con una vida útil muy larga. Tenemos las señales, las evidencias y las consecuencias, ¿qué más necesitamos para decir basta? El futuro puede ser catastrófico, necesitamos una acción ya. Hoy. Mañana puede ser tarde.

¡Feliz día del reciclaje!