Poned música Dixieland. «Enredo», episodio 14. Voz en off: Esta es la historia de dos hermanas: Jessica Tate y Mary Campbell. Los Tate tienen más secretos que dinero. Los Campbell no tiene tanto dinero como los Tate, pero sí tantos secretos como ellos. En el último episodio, el jefe de policía Tinkler informó a Jessica que el marido de Mary le había destituido por no haberle comunicado que estaba investigando a todos como sospechosos. La mayoría tenían un móvil, pero no una coartada. El marido de Mary -sheriff del estado de Texas- pensaba que tenía que saber que Tinkler le tenía que haber dicho que Jessica, jueza de la corte de Dallas, le había encargado un informe sobre los movimientos de Chester, que había tenido una aventura, pero no sabían con quién. Finalmente, descubrían que le había engañado con un profesor de química de cabellos revueltos y mascarilla.
El abuelo, a quien todos conocen como «el Mayor», se ha enfadado porque han destituido a Tinkler y se le ha ido la cabeza. Ahora pasea por el barrio con un Jeep Willys ondeando banderas y atizando una cazuela para protestar por el chalet que Murrow se ha construido en la reserva india de Kalapawar. Jodie, hijo de Jessica y Burt, está enamorado de Peter Handsome y fue investigado por el secuestro de su padre, Burt, por parte de unos extraterrestres dirigidos por un tal Mister X, que en la serie nunca aparece, aunque todos creen que es Bob, el muñeco de Chuck, el ventrílocuo. Por su parte, Donahue, detective, descubre que Susan -fiscal del distrito y prima de Jessica- fue detenida borracha de madrugada por un policía que era cuñado de Laura, a quien acusa sin pruebas de haberse quedado con la recaudación del Club de Lectura de Wichita… ¿Qué, liadito el tema, no? Pues esto no es nada, mirad mañana El Mundo.