Buenos días, Honorable Señor Buch. Si vos tenéis la costumbre de mirar hacia otro lado ante las brutalidades policiales, yo, aunque no soy tan honorable, ni tan señor, tengo la obligación como periodista de difundirlas. Yo iré ganando enemigos entre los Mossos y usted perdiendo votos por las escuadras. ¡Mira qué bien! Honorable Señor, ¿Vos me podéis ayudar a encontrar el manual de insultos policiales? He revisado los apuntes de criminología, pero no he encontrado ninguna referencia a cómo se debe insultar a un ciudadano, ni en Egara, ni en Mollet, ni en la calle Bolivia, ni en ninguna ABP. ¿Qué impulsa a un agente a llamar puta a una mujer en la calle? ¿El color de la piel? La falta de profesionalidad policial ha derivado en una falta de profesionalidad ciudadana, y ella ha preguntado al agente si eragilipollas.Creo que la Cataluña independiente que usted y yo queremos no necesita que cuatro policías maltraten a una trabajadora en una acera. Pro-por-cio-na-li-dad ¿Así se entiende mejor? Le refresco la memoria: una mujer dominicana que venía de trabajar en un hotel medicalizado de Barcelona fue insultada y golpeada por una patrulla sin motivo. Aquella pobre mujer acabó en el suelo, con una rodilla en la cabeza y golpeada después de mostrar un documento que acreditaba que circulaba legalmente. Últimamente, los atestados dicen que los detenidos muerden a un agente. ¿Será porque los tratan como perros? Ahora ya sé lo que viene: un atestado diciendo que la que insultó y pegó fue la víctima, vos abriendo una honorable investigación que acabará en un honorable váter y el juez… ya sabemos. Vos tenéis la culpa de que estos policías vistan aún el uniforme, Honorable Señor, porque ya tendrían que estar en la «puta» y honorable calle.