Hola Núria Bea. Hola Judit. Nada, que os quería saludar y, ya de paso, como el jefe está muy ocupado ¿Por qué no le recortáis este articulito y se lo dejáis en su mesa? Un beso.
Buenos días, Pau, ¿Cómo va todo? Ya, ya sé que te ha tocado ser alcalde en una época más rara que cuando los franceses nos invadieron. Veo que poco a poco vas llevando la cosa adelante, aunque ya sé que te critican. Pero mejor mandar en una época en la que te ponen a parir que no que te fusilen, como hacían antes con los tuyos. Mira, hace días que veo noticias de gente que tira al suelo monumentos de descubridores y esclavistas. Se ve que ahora han caído en cosas que durante siglos no habían pensado. Estoy confuso con el tema, porque tengo claro que un busto de Franco no puede estar en una calle, pero ¿Se tiene que mantener el nombre de la calle Colón? ¡Hombre! La verdad es que un tío que se va de excursión a 8.000 kilómetros en un barco sin motor ni GPS merece, además de un monumento, el sueldo Nescafé para toda la vida. Pero, claro, si ha matado indígenas para colonizar, yo no le daría ni la mano. Perdón, no le chocaría ni el codo. Y, ya puestos, ¿Tendríamos que quitar la de Augusto? ¿Los emperadores romanos colonizaban repartiendo caramelos Sugus? Te escribo para que cojas la figura del abuelo Virgili del banco de la Rambla y la pongas en el lugar de Roger de Luria en el Balcón del Mediterráneo. Roger estará agradecido, ¡No sabes el frío que hace allí! Homenajeemos a gente que ha llegado a ser famoso por la cultura y no por las espadas. Esto… ya puestos… Ballesteros todavía no me ha dicho nada de la calle a mi nombre. ¡Míratelo, hombre! Le puedes decir a Hitchcock que no hace falta que haga ninguna inversión, la placa ya la pagaré yo, que ahora cobro la renta mínima vital.