Ya sé que a medio mundo le cae mal Torra. A mí no me ha caído nunca. Me lo crucé por los pasillos del Parlament y lo vi más alto de lo que intuía por las imágenes de la televisión, definitivamente es un tío largo. Ayer, viéndole por TV3, me di cuenta de que cada político utiliza unas metáforas muy suyas, pero, es curioso que la mayoría están relacionadas con la naturaleza. Si Mariano Rajoy le decía al representante del PNB «Si quieres grano, Aitor, te dejaré mi tractor».Tres años después era Aitor Esteban quien explicaba un chiste sobre dos buscadores de setas. Uno de ellos se encontraba un caro reloj y gritaba excitado a su compañero para informarle del hallazgo. El otro le contestaba: «¡Oye, tu ¿A qué estamos? ¿A setas o a Rolex?». Ayer, la mención animalista tuvo como escenario el Parlament de Catalunya -no sé si el hecho de que esté junto al zoo provoca estas ideas-. Santi Rodríguez, representante del Partido Popular, le decía a Quim Torra que tiene la sensación de que durante la pandemia el «govern» ha actuado como un pollo sin cabeza. Y Torra le contestaba que en 1945 a un pollo que se llamaba Mike le cortaron la cabeza y sobrevivió dieciocho meses con la cabeza cortada. Uy, uy, uy… que creo que eso era un mensaje cifrado sobre las próximas urnas. Y eso de estar tantos meses sin cabeza me ha llevado a pensar en Puigdemont, no sé por qué. Perdonad, me llegan dos noticias urgentes de agencia: la primera dice que Puigdemont está a punto de crear un nuevo partido y la otra informa que unos delincuentes han registrado las oficinas de unos cuantos europarlamentarios. ¡Qué casualidad! Si es verdad lo que pienso, no sé si tendrá cabeza o no, pero seguro que es un buen pollo.