Buenos días, amigos, y buena diada de Sant Jordi fake. Perdonad, pero es que no sé cómo llamar a esta jornada especial. No sé si sabréis lo que es firmar libros. Lo hice una vez en una parada hace diez años y hoy vuelvo. Básicamente, se trata de sentarse al lado de un escritor famoso y ver como aquel hombre se rompe el cúbito y el radio moviendo el boli sobre las páginas de su libro mientras decenas de fans exaltados le hacen fotos. Si usted es de aquellas personas que ha comprado mi libro «Els 155 Manaments», le hará gracia que se lo dedique, o, quizás, quiere insultarme en directo, ya que habitualmente no lo puede hacer, tiene tres oportunidades de verme la cara. Bueno, no sería correcta esta afirmación porque probablemente me obligarán a llevar bozal.
Apunte. Posibilidad 1.- De 10 a 11,15 estoy en la Rambla, entre Caixabank y Hacienda (una ironía sobre mi situación económica). Si no estoy, no sufra, porque ya tenemos una edad y tenemos que ir al lavabo con una cierta frecuencia a cambiar el Tena Lady, vuelvo enseguida. Posibilidad 2.- De 13 a 14 horas iré al Diari Més, allí abajo, al lado de Tabacalera. Posibilidad 3.- De 6 a 8 estaré con los escritores Jordi Folck y Rosana Andreu en la terraza del Coqvla, el restaurante del hotel Urbis, en la plaza Corsini. Así que dejad ya de perseguirme para que os firme el libro, porque si no lo conseguís hoy, ya sólo me queda ir a vuestra casa. ¡Hombre! Si me poneis unas gambitas con cava igual me animo. Bien, señores, que paséis un buen Sant Jordi, pero especialmente lo que deseo es que traigáis 14,50 euretes en el bolsillo y los dejáis en La Capona o en la Adserá. ¡No, no son bares, incultos!