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El sectarismo, según la consellera de Cultura de la Generalitat

Diputada del PSC per Tarragona

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«Las lenguas propias de Catalunya son el catalán, el occitano aragonés y el lenguaje catalán de signos», declaraciones textuales de la consellera de Cultura de la Generalitat en respuesta a una pregunta parlamentaria. Una respuesta que, si miran el video en el canal de youtube del Parlament, dejó estupefactos incluso a una parte de los diputados de la bancada independentista.

La consellera en cuestión, del gobierno de Junts per Catalunya y ERC, respondía así a una interpelación que pedía que explicara que quería decir cuando había afirmado dar «un toque de atención a TV3» por el uso excesivo del castellano por parte de personajes de una serie de televisión. Lejos de rectificar en nada la consellera, repito de Cultura, afirmó que «se habla demasiado castellano en el Parlament».

¡Ahí es nada! De modo que tenemos nada menos que a la responsable de Cultura de un Gobierno determinando que lengua debe usarse, con qué frecuencia y bautizando el carácter «propio» o no de esa lengua hablada por millones de sus compatriotas. En relación al castellano la consellera tan solo dijo que es «una más» de las 300 lenguas que se hablan en las calles catalanas.

Intentaré ser breve, pero clarísima. Soy catalana, tengo el catalán como lengua materna y defiendo su uso y su divulgación como lo que es, un instrumento de riqueza cultural de primera magnitud, importantísimo. Pero al mismo tiempo ni se me pasa por la cabeza menospreciar al castellano o denunciar un presunto «uso abusivo» de esta lengua en la televisión pública, en el Parlament de Catalunya o donde sea.

Me gustaría recordar a los dirigentes independentistas que según las mismas encuestas de usos lingüísticos de la Generalitat más de la mitad de la población de Catalunya tiene al castellano como lengua materna, en concreto el 52% (unos 3,4 millones de persones). ¿Qué pasa? ¿Tiene más de la mitad de la población de Catalunya como lengua materna y de uso a una lengua «extranjera»? ¿Llamará al orden la consellera de Cultura al portavoz de ERC en el Congreso por un uso «excesivo» del castellano? ¿Nos acabará diciendo la señora consellera que el esperanto es más propio de Catalunya que el castellano? ¿Pero cómo se pueden decir estas cosas el año 2020?

Los y las socialistas defendemos las dos lenguas, el catalán y el castellano, su conocimiento, uso y divulgación en todo el territorio de Catalunya. Los que, como yo misma, venimos de las filas del catalanismo social sabemos el daño que el nacionalismo español del franquismo hizo a la riqueza cultural del país al despreciar el catalán, el euskera y el gallego. Una sociedad plural, sea la catalana o la española, que fomente el monolingüismo será una sociedad que será más pobre culturalmente hablando.

El PSC, como antes el PSUC y la izquierda no nacionalista, hizo una gran aportación a la convivencia defendiendo la creación de una red escolar única que no separe a los niños y niñas por motivos de lengua. Estamos orgullosos de que en Catalunya se hable con total normalidad el catalán y el castellano y de que, hasta ahora, se haya evitado cualquier polarización de la sociedad por motivos de lengua.

Dicho esto consideramos como un error histórico la decisión del Gobierno independentista de la Generalitat de menospreciar al castellano al considerar, por poner solo un ejemplo, que la cultura catalana es solo aquella que se expresa en catalán, confundiendo cultura catalana con la literatura catalana.

Desde el PSC lo queremos dejar meridianamente claro: nosotros defendemos que la lengua debe ser un factor de cohesión y de no división de la sociedad catalana. Defendemos el catalán, siempre lo hemos hecho, pero no creemos que sumar a favor del catalán signifique ir en contra del castellano. Nos oponemos a cualquier sueño nacionalista –del signo que sea– que pretenda reducir la riqueza cultural tanto catalana como española a un modelo monolingüe. Queremos garantizar la pluralidad lingüística de Catalunya y asegurar el uso, presencia y reconocimiento tanto del catalán como del castellano.

Mientras, me gustaría hacer una pregunta pública a la consellera de Cultura del Gobierno independentista, ¿las canciones musicales del grupo catalán El último de la fila –por poner solo un ejemplo entre mil– son cultura catalana? ¿O tal vez debieron ser amonestados por el uso «excesivo» del castellano en sus letras?

Y ya me perdonaran el sarcasmo…

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