Diari Més

Creado:

Actualizado:

El otro día Pep Escoda me hizo una foto muy bonita. La miré y pensé: «Tengo cara de presidente de la Generalitat». La verdad es que tenia una retirada a Karl Marx después de pasar por las tijeras de Alfonso Guerra. O también, si la fiscalía me afinase la barba, me parecería a Sant Vicenç dels Horts. Pero tal como está el patio, un rojo socialista obrero español ya no está de moda y no me comería un escaño. Así que tendría que hacer alguna movida para que viesen que soy un hombre que planta cara al sistema. Por ejemplo, se me ha acudido que cuando arranque la campaña le diría al Graset que me llevase a TV3 para hablar de mi libro. Y en un momento del interviú me levantaría y gritaría: «¡Votadme!, pero votadme más fuerte al partido @RiemUnits». Al día siguiente iría a la puerta donde se reúnen los de la JEC con una pancarta que pusiese «Libertad presos políticos, democracia, y legalización de la marihuana» (si sobra pintura, se tiene que aprovechar). Y cuando recibiese un burofax de la Junta Electoral -es igual cual, son como los romanos de Tarraco, que tienen la provincial y la local- me pondría en pelotas delante de la Ciudad de la Justicia tapándome las «partes» con el burofax y gritaría: «Martín Pallín y Joaquín Urias son cojonudos». Creo que ya habría conseguido que me detuviesen. Aunque no tengo media hostia, los policías escribirían en el atestado que les habría mordido y habría presentado una resistencia tremenda, atentado contra agentes de la autoridad, terrorismo y falsificación de documento público por haber manchado el burofax de pipí. Yo creo que, después de todo esto, ya sería digno de ser presidente. ¡Chico! En la vida todo cuesta.

tracking