Vuelvo de unaentrevista de trabajo en Londres donde he comido platos que mi suegra tiraría directamente al wáter: sushi, fish & chips, cerdo agridulce… Pero lo que me ha encantado ha sido el pollo al curry. Así que cuando he vuelto le he pedido a mi mujer si podía cocinarlo. Me ha contestado: «No, si ahora el señor volverá de Sudáfrica y tendré que hacer cocodrilo con coco y ratafía». Después de sentarnos en una mesa de negociación, la he convencido a cambio de darle fondos reservados para que los gaste sin justificar.
Una vez en los fogones, había un problema: en casa no tenemos ni amchoor, ni cúrcuma, ni cardamomo. Pero sí que tenemos un poco de marihuana para usos medicinales y coca por si vamos a Bolivia. Entonces ha llamado a Jordi, un amigo de Riudoms, y a Ferran, de Almoster, los dos «moteros» y hemos decidido ir los tres en nuestras scooters a la India a traer especias raras para poder cocinar como lo hacen en los países que no comen banderas. Pero no teníamos un «duro», así que hemos cogido las monturas y hemos visitado a los Reyes Católicos, Felipe y Leticia, para que nos financiasen el viaje. Después, hemos tomado la Ruta de la Seda, pero aquí los camellos iban en moto. Al final, hemos llegado a Jodhpur, la ciudad de las especies y, ya que estábamos allí, hemos querido descubrir algo. Hemos entrado en un taller donde adolescentes trabajaban cosiendo. Ferrán ha clavado la rodilla en el suelo: «En nombre de España, os conquisto». Una de las chicas que cosía ha señalado un marco que había en la pared con una foto de Amancio Ortega.