La verdad es que a menudo me cuesta encontrar un tema para escribir, porque después de 700 mandamientos sólo me falta hablar del precio del vodka en San Petersburgo. Ahora ya sabéis por dónde voy, ¿No, pillos? Ayer tenía cinco temas para escribir y todos eran fascinantes. Había varias pelis para ver, pero me quedé con dos: «La cena de los idiotas» y «La última noche de Boris Grushenko». La segunda va de 10.000 soldados que vendrían de Rusia a apoyar a «Pelomocho». ¿No sabéis quien es? Pues el juez del caso novelesco del miércoles escribe en el auto que «seguramente» hace referencia a Puigdemont. No era difícil, si hubiese leído en el informe «Calvorota», habría dicho Romeva.
Ha caído en mis manos el escrito legal que persigue por malversación y el asesinato de Kennedy a unos políticos y empresarios catalanes, amigos de «Pelomocho». Hago un paréntesis para alabar la capacidad de deducción del juez Joaquín Aguirre, que ha sabido interpretar de las grabaciones telefónicas que este calificativo -que se parece más a una especie de Espinete del Club Super 3- se refería al presidente de la Generalitat belga. Como soy guionista, me apetece transcribiros alguna frase-joya que me ha sorprendido y que me ha convencido de mi inutilidad creativa. Escriben la transcripción de llamadas entre Woody Allen y otro soldado ruso: «Probablemente, de haber aceptado Carles Puigdemont la propuesta para disponer de diez mil soldados, hubiese estallado un conflicto militar en España». El magistrado ha tenido mucha vista para identificar a «Pelomocho», pero no tanta para vincular el descubrimiento de agua en la Luna con una confabulación entre la NASA, Madi y Aguas de Catalunya S.A.