Dicen que ahora podremos ir a Madrid en tren de alta velocidad por nueve euros. ¿Ahora? ¿Precisamente ahora, en medio de la pandemia, con restricciones horarias y «terrícolas»? Ya conocéis mi frase favorita: iros a… O sea, que yo compro dos billetes para ir a la Villa y Corte, y cuando el tren llega a Almacelles se para y entran dos de la Guardia Civil a preguntarte para qué vas a Madrid. Entonces tu les dices que a ver el museo del Prado y te hacen bajar… y sí que vas al prado, pero al de las vacas que hay al lado del tren. Sí, ya sé que estáis pensando que no me precipite, que esto mejorará con la llegada de la vacuna. Esperad que me revuelco por el suelo, ja, ja, ja. Hoy me quedé tranquilo oyendo a Argimon decir que Cataluña tendrá inmunidad en otoño de 2021. ¿Cómo? ¡Qué falta un año! Sí, creo que podremos viajar mucho en el AVE barato en los próximos meses… ¡Seguro!
Bien, dejemos «El Tema», con mayúsculas y hablemos de otra cuestión también muy oportuna: las ayudas a los autónomos. De los creadores de la peli «Esta casa es una ruina» ahora lo han hecho todo muy bien. Muy tranquilito todo, pero a la hora de pagar la misma tranquilidad. Esta vez no me han tocado lo que no suena pidiendo imbecilidades que hace mil años que tienen en su sistema informático. (Vete al SOC a pedir cobrar dos veces el pato, ya verás si te tienen controlado). ¡Hala! Ahora que tenéis los datos y el nombre de los pobres que se han apuntado. ¿A qué esperamos? ¿No tenéis los superordenadores más superpotentes y superrápidos en SuperSantcugat? Pues apretad de una puñetera vez el botón rojo gigante de las transferencias. No, ese gordo que pone DUI, no, el que tiene escrito ENTER.