Ya parezco Almodóvar cuando dice que todo lo que explica ha pasado hace 40 años. No es verdad, porque esto que escribiré ahora pasó hace 42 años. Música romántica, please. Festejaba con una chica del barrio Fortuny de Reus que jugaba a futbol con el equipo de la fábrica donde trabajaba. Ya sé que diréis que soy un espabilao, porque no me gusta el futbol, pero sí las jugadoras. ¡Exacto! Lo habéis acertado. Pues resulta uqe uno de los lugares donde iban a jugar era un campo de fútbol que si no me falla la memoria, que me suele fallar ya a mi edad, estaba tocando a la empresa Indústria Teixidó de Riudecols. ¿De qué os suena? Efectivamente, Papa Noel no es que les haya dejado un regalo, es que le han tenido que hacer una cesárea para sacarle de la barriga 200 millones de euros. La verdad es que en aquella fábrica, y en aquel pueblo, tuviesen un equipo de futbol femenino. Me sonaba demasiado progresista tan sólo tres años después que el dictador hubiese muerto dejando un agradable recuerdo de fusilamientos en sus últimos meses. Perdonad, siempre me sale la vena roja. Hoy me reía recordando aquel equipito amateur de Riudecols. Me he imaginado pasando por allí en dirección a la Teixeta un día de excursión en moto y encontrarme allí el nuevo Camp Nou del Barça. Con todo el pastón que les ha caído, los del Teixidó ficharán a Messi y estarían en primera.
Y ahora vamos a la segunda parte, que tenía que ser la primera, pero que ya sabéis que, a diferencia del arzobispo, yo nunca he sido ordenado. Me he imaginado a uno de los trabajadores de aquella fábrica que hubiese comprado tres décimos. Tendría más de un millón de sestercios, pero no podría celebrarlo, ni ir a cenar con amigos, ni estar con la familia. ¡Mira! ¡Como el Juanca!