Tribuna
El 14-F se convierte en una realidad
Exsenador i diputat
Desde la inhabilitación del expresident Torra, se tenía muy claro que la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas era una realidad, pasado un año de la presidencia en funciones de Pere Aragonés, se convocan elecciones autonómicas para el 14 de febrero. Una vez convocadas, se dan cuenta de que quizás no es la mejor fecha para hacerlas, justificando la pandemia del coronavirus para aplazarlas para el mes siguiente de marzo, cuando tuvieron un año para preparar unas elecciones autonómicas con las máximas garantías de prevención de contagio. Pero quizás, la excusa era más de oportunismo político que no de cuestiones sanitarias puramente dichas, así se desprende de un tuit del director de comunicación de JxC «ahora tenemos más tiempo para ganar bien», en referencia a las elecciones, como es obvio, mientras al PSOE le interesaba la fecha señalada, por el buen resultado que pronosticaban las encuestas, enviar lo antes posible al ministro de sanidad y responsable de la gestión del covid-19 al campo de batalla electoral.
Pero al final, mira por donde, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, mantiene las elecciones provisionalmente, para tomar una decisión final el 8 de febrero, más tensión a la campaña, pero no se hace esperar el inicio de esta, incluyendo la permisividad del desplazamiento entre municipios, para poder asistir a los mítines y hacer de claca a sus líderes, gracias que al final el sentido común, retira la incongruente y provocadora opción.
Los independentistas han roto aquel espíritu de unidad del 1 de octubre, fruto de la «revolució dels sonriures», quizás algún candidato ha pronunciado en campaña que «hay que ir a votar con el espíritu del 1-O», es lo que provoca la nostalgia, el caso no es otro que el fracaso de un referéndum, que decía tener el apoyo de la comunidad internacional y un plan B, bien diseñado y realista que garantizaba un posible fracaso electoral, al final, acabó con un aislamiento internacional y con un plan en la reserva haciendo humo por todas partes. Pero también, aquella unidad de gobierno por la independencia se ha convertido en una división interna de dimes y diretes, en estos años de gobierno de coalición, han estado más pendientes de mirarse de reojo y ponerse zancadillas que no de ponerse a trabajar para todos los ciudadanos de Cataluña. Ese es el escenario de una ERC de Cataluña que intenta desmarcarse de JxC, como si no se conociesen, sin dudar en poner en el escenario de su campaña, dirigentes de formaciones políticas como Arnaldo Otegi de Bildu, socios y compañeros de aventuras que, no dudan en dan soporte al gobierno Pedro Sánchez, eso sí a cambio de algo, pues no dejan de ser en la práctica el 51 % de apoyo al gobierno socialcomunista, se autoproclaman de ser los héroes del independentismo en la capital y corte de Madrid, obligando a Pedro Sánchez a claudicar, la verdad, alguna razón tienen. Mientras el JxC de Puigdemont, heredero de Artur Mas, el cual ha preferido quedarse en la casa del PDECAT, la que fue mansión de la CiU de Jordi Pujol, mientras JxC se debate con ERC quien es la marca original del independentismo catalán.
En el bloque constitucionalista, nunca el PSC había hecho tantos malabarismos para demostrar su españolidad, saben muy bien que solo pueden crecer con los votos del declive de Cs, para ello Salvador Illa no le importa hacer uso del castellano en debates y mítines, en enaltecer la bandera española, en jurar y perjurar que nunca pactaran con independentistas y en especial con ERC, mientras en el Congreso de los Diputados, no dudan en votar a favor de una moción de ERC, solicitando una mesa de negociación para la independencia, se esfuerzan en ser unos españolazos, aunque si hay que ser sincero, les falta credibilidad. Mientras tanto el PP defiende un programa de gobierno, centrado en la recuperación económica y creación de puestos de trabajo, con el convencimiento claro que, si España va bien, Cataluña va mejor, con un líder consolidado, como es el caso de Alejandro Fernández, un partido alejado de populismos que, por no conocer, ni conocen los números de los presupuestos de la Generalitat.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña da luz verde definitivamente a los comicios, ya estamos en lo que es la recta final, donde todas las fuerzas políticas centran sus esfuerzos en movilizar la participación. Campaña atípica donde el acercamiento personal, se ha convertido en la práctica masiva de las nuevas tecnologías y redes sociales.