Ahora que los de la URV han conseguido que sepa qué pasó con Macià y su Estat Català, la República y la monarquía... pongo la tele y veo que hay un follón más grande que el que montó el 18 de julio Paquito el Chocolatero.
He de reconocer que me he perdido. No miras la tele en cinco horas y, cuando vuelves, el país ha cambiado. Y El País, con mayúsculas, también. En mi cerebro dan vueltas palabras y conceptos revueltos: Laura Ingalls, Pablo Iglesias, Isabel Díaz Ayuso, Mariano Noniano, Acebes, Bárcenas, Teo va a la Asamblea de Murcia, arrimada al acantilado, Casado en las Bodas de Sangre, Aznar Séneca… en fin, que hay tantos personajes y tramas que no soy capaz de atarlo todo. Hay quien dice que todo ha salido de Cataluña. ¡Qué novedad!... y la muerte de Kennedy, y la desaparición de los dinosaurios. Bueno, eso sí, porque ya se fue Pujol. Qué lío, cualquier día dirán que la pandemia ha salido de una granja de La Canonja.
En la tele opinan que Ciudadanos desaparecerá. Pero yo lo rebautizaría comoCiudadanos Kane, porque mira que hace tiempo que se rodó la peli y la única que no ha dejado el partido es la Rosebud (gag paragafapastas).Los naranjas parecen un cuartel de la mili: con toda la gente que ha pasado por allí y aún no lo han cerrado. Doña Inés, que yo había pensado en darle recuerdos para la familia cuando volviese a Jerez y resulta que es Joe Rigoli en«¡Yo sigo!».Rivera debe estar tocando con Malú, pero sería un buen momento para parecerse a Iniesta y salvar el partido. Toni Cantó está en «Siete Vidas». Pablo Iglesias, baja a la arena para luchar con los leones… ah, y con una buena pantera.