El cajón de los presupuestos municipales de Torredembarra

Curiosidades de la vida. En época de pandemia, cierre de comercios, vulnerabilidad social y falta de liquidez de autónomos y familias, el ayuntamiento de Torredembarra no ha rebajado la presión fiscal a empresas y familias. Así que, a pesar de las dificultades, ciudadanos y negocios han seguido pagando y el Ayuntamiento ha cerrado el año 2020 con un remanente de cerca de 2 millones de euros. O sea, que, a pesar de la situación actual de enorme crisis económica, social y sanitaria, no ha sabido en qué gastar dos millones de euros. Todo esto con el beneplácito de ERC, Junts y PSC.

¿Cómo pueden entender los ciudadanos de Torredembarra que no se les ayude cuando la recaudación del ayuntamiento sigue creciendo? Desde Cs apostamos, por ejemplo, por rebajar el impuesto de circulación o por reducir el canon de la recogida de basuras de los comercios, entre muchas otras medidas. Y es que la presión fiscal en Torredembarra es alta y, a pesar de que los vecinos y negocios pagan unas tasas e impuestos elevados, esto no se traduce en unos servicios de calidad. Es necesario solucionar el tema de la recogida de basuras y mejorar la limpieza de las calles. Apostamos también por mejorar las condiciones de la policía local y protección civil y por un plan de choque de los barrios, ya que están abandonados y necesitan un calendario de mejoras a largo plazo.

En un año 2021 marcado nuevamente por la pandemia, el ayuntamiento ha aprobado un presupuesto de copiar y pegar, prácticamente igual al de los últimos dos años. Nos parece algo inexplicable, porque todos los esfuerzos económicos deberían recaer en satisfacer las enormes necesidades ocasionadas por el Covid-19. Por eso, desde Cs votamos en contra del presupuesto y lo más sorprendente es que fuimos los únicos.

El futuro tripartito de Torredembarra, formado por ERC, Junts y PSC, seguirá pisando los intereses de los ciudadanos y del tejido comercial de la Torre. Este presupuesto no cambiará nada, Torredembarra seguirá sin un modelo de ciudad y no se apostará por cuestiones como fomentar el turismo de calidad o revisar y modificar el POUM. Un cajón de sastre que siempre contiene las mismas cuentas. Eso sí, el gobierno guardará el sobrante de dinero para gastarlo el último año de mandato, justo antes de las elecciones, para colgarse medallas en la recta final. Una jugada que parece que solo ve Cs.