He leído un titular que decía que los «ancianos» de 50 años comenzarán a recibir la vacuna. He visto pasar la vida por delante: de pequeño jugando en Jerez, de joven ligando en la Flash, de joven ligando en la Cage, de joven ... Aquella escuela de la calle del Jutjat de Reus, el primer trabajo en Tomás Barberà en 1974 ... y me he dado cuenta de que, si con 50 años ya eres un viejo, yo que tengo 60 probablemente soy un cadáver que camina y toma cervezas en una terraza («¿Pensabas que me iba a olvidar de ti, Ayusita?» ). Entiendo que quien escribió este titular debe tener 11 años y, claro, para él, un señor de 35 años ya es Benedicto XVI. Yo creo que deberían multar a los medios que contratan niños (Nicolás incluido). Pero, no serían precisamente los periódicos los que más utilizan mano de obra pequeña.
Entonces me ha venido a la cabeza aquella mañana que vi a Franco bajando de un coche cuadrado con seis caballos ... que iban delante con unos tipos con lanzas. He recordado el detective «Paco Ruiz al aparato», Alfredo Amestoy, los Chiripitifláuticos ... Cuando de pequeño todavía había trenes de vapor, los Gordini, aquella muñeca vestida de soldado con una corneta, el trolebús eléctrico de Reus ... y he pensado que quizá sí que soy un cadáver. Se lo he comentado a mi mujer, que tiene 37 años, y me ha confirmado que soy un abuelo: «No te compres una cinta de andar porque te morirás antes de que caduque la garantía». Tengo manchas en las manos, la próstata es Port Aventura (unas veces divertida y otros, mareado) y no es que tenga pelos en las orejas, es que he heredado el jardín vertical de Tabacalera. Pero cuando me han dicho que Aragonés y JxCat harán algo al final, entonces sí, entonces me he quedado muerto.