Tenemos una sociedad tan imperfecta que incluso yo me atrevo a hacer propuestas para mejorarla. Primera reflexión: Nos falta humor. Sí, sí, creo que a pesar de tener a Miquel Iceta bailando la músicasociosanchista, necesitamos un Ministerio de la Broma. Como tienen la manía de crear ministerios que se encargan de dos o tres ramas del desconocimiento, se debería llamar el Ministerio de Asuntos de la Burla y Formación de la Mofa Nacional. ¿A que tiene buena pinta? El gobierno obligaría a todas las empresas a contratar un cómico, al estilo del pesado de Riesgos Laborales. Sería un hombre que, a pesar de llamarse, por ejemplo, Salvador, lo conocerían como «el Mariano» porque es más familiar. El Mariano sería quien explicaría chistes junto a las máquinas de vending y te recibiría en los lavabos con alguna anécdota simpática del fin de semana, allí tendría una mesita con una cesta para las propinas en «B». Pero, eh, sería un hombre preparado y, como hago yo aquí, haría sátira de la actualidad. Por ejemplo, podría anunciar que nuestro gobierno progresista ha decidido bajar el precio de la electricidad, derogar la Ley Mordaza o crear academias para aprender a reconocer derechos fundamentales. La segunda carencia que encuentro en nuestro entorno es un tertuliano tonto. Sería un hombre que participaría en una tertulia y cuando le preguntaran cómo se puede hacer una integración federalista de Cataluña dentro del gobierno de España dijera: «No tengo ni idea». Y cada vez que le preguntaran de cualquier cosa fuera sincero y confesara que no sabe nada del tema. Esto convertiría las tertulias televisivas en un espacio más creíble. Mientras encuentro algún perfil adecuado para las dos tareas, podemos contratar a Toni Cantó.