El Telediario anuncia: «Hoy, el megavatio alcanza los 101 euros» y después pasan a explicar los deportes. Me imagino las risas en La Moncloa, «¡Que gilipollas, jajaja! ¡Que se pudran los pobres!» Si cobras el salario mínimo, pagar 90 euros de electricidad representa el 10 por ciento de tu percepción. Ya no hablamos del gas, ¡otros que tal! Sólo os diré que cuando me llaman de una compañía de estas, contesto «señorita, yo no negocio con delincuentes». Ya puede ir subiendo el salario mínimo si después subís como os pasa por el Arco de Triunfo los servicios básicos. A veces, cuando veo que se ha normalizado un abuso, me acuerdo de aquellas repúblicas bananeras donde la inflación es horrible. ¿Quizás ya nos hemos convertido en una república bananera? No, no llegamos, ellos -como mínimo- tienen una república. Aquí, sólo plátanos y monarquía.
Por si no lo entendéis, pondré un ejemplo al estilo de Coco de Barrio Sésamo. Coged la calculadora. Si yo tengo un trabajador al que le pago dos mil euros netos, pero le obligó a aparcar dentro de la empresa, y el parking vale ocho euros la hora, es lo mismo que si le pagara 500 euros al mes. ¿Se entiende?
Escuchen, señores que gobiernan gracias a los votos de los que pagamos la electricidad, ¿A que esperan para poner fin a estos abusos? Ahora los expertos dirán que si las energías renovables bla bla, que si no llueve y los pantanos… que si las nucleares, que si la hora valle y el minuto Valle-Inclán ... En vez de un Tribunal de Cuentas, tenga un Tribunal de la Lógica que embargue los yates y las mansiones de los que se han forrado a costa de la gente trabajadora. ¿Rojo y populista? Pues sí, ¿Qué pasa? Azules y unionistas ya hay unos cuantos, entre ellos los «progresistas» de pacotilla.