He recibido una nota de prensa de la Policía Nacional informando de la detención de un ruso peligroso en el aeropuerto de Barcelona, bueno, o del Prat de Llobregat, o el Josep Tarradellas ... Mirad, yo le pondría de nombre Aeropuerto de La Ricarda , al más puro estilo del Mesón de la Dolores, y acabaríamos con el tema. Decía la pestañí que el ruso, que llevaba pasaporte Ucraniano, era un tipo peligroso que venía a dirigir una organización. Yo, me he puesto las manos en la cabeza: ¡Ostras, ya no conseguiremos la independencia!. ¿Qué haremos ahora sin el ruso? Si lo tenía todo ya preparado para que los diez mil soldados durmieran en La Savinosa. Tendremos que buscar otros aliados del Puigdemont. Yo pondría un anuncio por palabras en los periódicos de todo el mundo. «Se busca mafioso que pueda ayudar a la causa catalana. Imprescindible experiencia, como mínimo, en la segregación de municipios. Remuneración en función de objetivos: espiar la mesa de negociación: salario junior; celebración de referéndum: remuneración senior; y, en caso de conseguir la independencia, incorporación al gobierno de desconexión como consejero del tema energético (electricidad y gas). Contacto: Pep Lluís Allioli. Referencia: KGB / KRLS ». Yo pondría el anuncio, como mínimo, en el New York Times, el Pravda y al Pronto, para que la gestión vaya rápida.
Ahora hablo bajito porque os quiero dar una exclusiva. Sí, sí, de aquellas que dan la vuelta al mundo. Resulta que ya sabéis que conozco al vecino de Puigdemont y me dijo que un día vio llegar el repartidor del Kebab al domicilio del president. Pero, en vez de pagarle en la puerta y coger la bolsa, lo hizo entrar. Ya tengo el titular por el Washington Post: «Kebab completo con salsa separatista».