Estos días veréis mi careto en TAC12, concretamente en el programa "Y mucho más", que presenta la mujer más dulce del mundo. No, no es Cristina Almeida, sino Laura Casas. Yo creo que su marido me debe mirar mal porque me encuentro con ella en la radio, en la tele y en alguna presentación. No sé por qué las cámaras dan tanto canguelo. Un día fui a un programa de TV3 que presentaba Àngel Llàcer y nos entrevistaba a mí ya Carles Quílez (sí, me he puesto yo el primero, ¿Qué pasa?). Me comentaba el periodista de la SER (por aquel entonces) que, a pesar de llevar muchos años en comunicación, cuando te dan paso, siempre tienes nervios. Yo los nervios los he pasado cuando me han dicho que me vaya para casa porque el programa no ha tenido audiencia. También una vez que hice una sección en el programa Divendres, de TV3. No fue por miedo escénico, sino porque simulaba ser un CSI y el mono blanco que vestuario me consiguió era tan pequeño que me presionaba los huevos ... y no era un programa de cocina.
La primera vez que me hicieron salir por la tele fue en el programa «Fent Amics», en 2001. No quería estar nervioso para quedar más natural ante la cámara. Salí corriendo de El Terrat. Iba mal de tiempo y oí un golpe seco. Un hombre inconsciente en medio de la calle y su hija junto a él gritando. Era un accidente de moto. Me quedé blanco y me cogió cagalera. Tenía que compartir una mesa con Sergi Mas, Xavier Ricou y Quim Monzó. De aquella primera noche de tele en directo ya hace veinte años. Ahora, miro a las imágenes del TAC12 hace dos días y me vuelvo a poner nervioso, especialmente cuando compruebo que en el polo llevo un moco pegado.