Tú tienes un amigo notario y no le pides que te haga un testamento en una terraza o, si es dentista, que te haga una ortodoncia entre gin-tonics. Pero, si tienes un amigo periodista, le puedes pedir que te presente un acto a cambio de un quinto. Y tú sabes que la cerveza viene envenenada cuando oyes la frase: «Naaada, hombre, serán cinco minutos!».
El Pitu Mosquit, alcalde apócrifo del Serrallo y vicepresidente del club, me pidió que fuera con él al Campo Municipal de la Granja para presentar la temporada del Tarragona F.C. Primero maldije el concepto «amistad», pero al ver que por medio estaba la Asociación Española Contra el Cáncer, dije que «lo que haga falta». No es necesario especificar en qué categoría juega el Tarragona F.C., porque todavía no se ha creado una categoría tan alta. Aquellos juveniles y amateurs que vi jugar tenían tanta ilusión que merecerían estar en la Champions. Después de ver como un portero paró un penalti y que un niño curado de cáncer hiciese el saque de honor, pedí al presidente, Manuel Roselló, que me hiciera socio -a ser posible de honor-. Para describir al Manel necesitaría llenar diez artículos como este, porque creo que llegará a presidir La Moncloa F.C. Aquellos chavales me recordaron los equipos de Donosti o Bilbao que jugaban en la playa y acabaron siendo futbolistas de categoría. Si os enamoráis de esta gente de la Granja, recordad que estaréis contribuyendo a la lucha contra el cáncer. Ahora que hablo de donaciones, cuando dije allí que os invitaba, era mentira. En el bar hay un papelito que dice "Moisés debe 5 euros". ¡Sé un presidente como Dios manda, Manel, y paga, hombre! O para presentar la próxima temporada tendrás que llamar a un amigo notario o dentista.