El Jeroni Castell y Laura Casas coincidieron en el plató de TAC12 donde entrevisté el cocinero de Ulldecona estrellado por la Michelin. Oí que decían: «Moisés es un personaje». Esto de pasar de persona a personaje es algo que me gusta, porque, en el fondo, todo esto del periodismo y la criminalística es un rollo patatero. Lo más bonito del mundo es ser actor, cómico, humorista o consejero de Urbanismo en un ayuntamiento, el resto es de losers. Ya sabéis que hace años que quiero que me pongan una calle en Tarragona, allí en las Gavarres, cerca de aquellos grandes bazares chinos. Pero ni Ballesteros, ni Ricomà me hacen caso, entiendo que por dos motivos: 1. No estoy muerto (todavía). 2. No soy un personaje de la ciudad, como López Peláez, Hernández Sanahuja o el Maginet. He pensado en hablar con Judit Borrell, la de Gabinete Caligari, a ver si se lo comenta a Pau, pero no le debo caer muy bien porque le propuse que nos conociéramos hace dos años y aún estoy esperando la cita. ¡Seguro que habrá dicho «este tío es un personaje!» y, claro, cuando perteneces a la ficción es complicado porque no conozco a nadie que haya tomado un café con Don Quijote de la Mancha.
Como ahora estoy en Cáceres de luna de miel, he pensado en los personajes que se identifican con una localidad. Algunos son fáciles: Prim en Reus, Riudoms y Gaudí, Montroig y Miró, Cao de Benós en San Pedro y San Pablo, Josep Maria Bonet en Cambrils ... Creo que estaría bien que las Gavarres se relacionaran con un periodista de Jerez que escribe artículos en el Diari Més. Creo que en el apartado de impuestos de las ordenanzas municipales debería poner: «El ciudadano que pague religiosamente el Ibi a lo largo de su vida tendrá derecho a tener una calle a su nombre. Será requisito imprescindible, sin embargo, que sea un personaje».